¿Y a quién le importa? (Pensarás). Eso mismo digo yo… Pero seguro que a más de una persona sí que le llama la atención. Para las que no son españolas: Chelo García Cortés es una colaboradora de un infame famoso programa de televisión llamado Sálvame, en el que la gente grita más que habla y cuyos telespectadores duermen más que escuchan.
Y últimas noticias (nótese la ironía): Chelo es bisexual. La revista ¡Qué me dices! (con ese nombre ya podrás imaginar que es de las que hace un sesudo periodismo de investigación) la ha pillado besándose con su pareja, Marta Roca (que, por lo visto, fue también amante de Bárbara Rey, que a su vez fue amante del Rey; ¡la de cosas estoy aprendiendo hoy, madre!).
El beso robado aparece en una esquina de la revista con el titular “Chelo García Cortés se despide de su mujer” y ya se dice que la susodicha está furiosa con la publicación de estas fotografías, porque siempre ha sido muy celosa de su intimidad. Sálvame, sálvame, está gritando.
Ahora en serio, no queremos hacer leña del árbol caído, así que simplemente le daremos la (re)bienvenida a la familia, aunque ya sea una vieja conocida para todas. Chelo: aunque estés enfadada, te acogemos con los brazos abiertos, porque a nosotras esto nos recuerda a Elena Anaya, cuando la sacaron a patadas del armario con un robado en la playa.
Desde aquí queremos lanzar la propuesta de que las famosas españolas se animen a declararlo por su propio pie y abracen la visibilidad para que los paparazzis dejen de especializarse en el outing y robado de fotos. Porque esto es un poco lamentable, cabrea a una parte del colectivo LGBT y resulta contraproducente. Pensadlo, chicas. Ahí queda la propuesta. ¿Quién será la siguiente en caer?
Vía: El Economista