Junto con el posado de verano de Ana Obregón, una de las cosa más anticipadas de este verano 2016 han y siguen siendo Las cazafantasmas, que no llegarán a nuestros cines para hacernos pasar un buen rato y callar unas cuantas bocas hasta el 12 de agosto.
Si por estos lares ya teníamos ganas de verlas en acción, después de la entrevista que The daily beast le ha hecho a su director, Paul Feig, y lo que ha dejado entrever, tenemos todavía más, si cabe. Y, es que no diciendo ná, Paul lo ha dichó tó sobre el personaje de Kate McKinnon, la única actriz abiertamente lesbiana del grupito de Saturday Night Live.
La entrevista se ha desarrollado, más o menos, de acuerdo a esta representación también, más o menos, fiel a la realidad.
Primero la entrevistadora le pregunta a Feig, «¿Es Holtzmann gay?»
Y Feig le responde sonriente, «¿Tú qué crees?»
«Yo creo que sí», le responde la chica.
«Siento ser evasivo al respecto, pero cuando tratas con los estudios y estas cosas… » dice Paul encogiéndose de hombros. ESO ES UN SÍ COMO UNA CASA.
Feig quería que la personalidad de Kate se viera en la excéntrica ingeniera que es la doctora Jillian Holtzmann, que fuera una especie de versión de sí misma, «porque es una persona de la que todo el mundo se enamora y muy cariñosa con los que tiene a su alrededor». Por lo tanto, si mis cálculos no me fallan, cualquier versión de Kate ha de contener necesariamente un lado bollo y, si Holtzmann es una versión de ella… CONFIRMADO. UNA DE LAS CAZAFANTASMAS ES CROQUETA.
Los medios de comunicación influyen constantemente en nuestras vidas. Sus mensajes son potentes y calan en nuestro comportamiento y en la forma en la que vemos el mundo. Por eso, es lógico que nos preguntemos si las historias que se cuentan en la televisión llevan el mensaje que esta sociedad necesita o si van en la dirección equivocada. En el caso de la representación LGBT en la televisión, especialmente la de las mujeres de este colectivo, las series fracasan estrepitosamente y no hay signos aparentes de que vayan a mejorar.
La gente, sobre todo heteros que no son conscientes de lo que está pasando, no entiende por qué nos indigna la muerte de Lexa (Los 100), entre otras. “No es para tanto. Es solo un personaje.” Cierto, es un personaje de televisión y puede que su muerte no sea para tanto si no te gusta el personaje… Y si no te representa de algún modo. Lexa era lesbiana y acabó muerta de un balazo a los dos minutos de consumar su relación con la protagonista de la serie, Clarke. “¿Y qué?”. Hay una larga lista de razones por las que indignarse y por las que pedir que esto cambie.
Uno de los principales motivos es la poca (y mala)representación y el exageradamente elevado número de muertes. Los hay que dicen que que mueran lesbianas es igualdad, que si no murieran nos quejaríamos porque sería un trato favorable. Si nos fijamos en las cifras, la representación no es ni igualitaria ni favorable. Según el estudio Where We Are On TV*, de la asociación GLAAD, para la temporada 2015-2016, de los 881 personajes regulares de la televisión en abierto, solo 35 son LGBT, es decir, un 4 %. ¿Eso representa la realidad? Aún hay quien dice: «Sí, porque como en la vida real, hay más heteros que gais». ¿Dónde está el registro de personas LGBT? ¿En el Censo? ¿En el INE? Es más, aunque sumemos personajes regulares y recurrentes, las cifras todavía son pobres. Según GLAAD, hay un total de 70 personajes LGBT, de los cuales 23 son lesbianas y 12 mujeres bisexuales.
Puede que estos números no afecten igual a espectadores heterosexuales y, por lo tanto, no parezca un motivo razonable de indignación. ¿Por qué? Porque no lo notan. Porque cuando matan a un personaje heterosexual, no tienen más que ver cualquier otra serie. Tendrán cientos de personajes para elegir; una lista interminable. En cambio, ¿a quién tenemos si matan a Lexa? ¿A Denise (The Walking Dead)? No, está muerta. ¿A Charlie (Supernatural)? No, muerta. ¿A Leslie (Chicago Fire)? Muerta. ¿A Root (Person of Interest)? Es evidente que esta lista no es interminable. Esta es demasiado corta. Y la que es demasiado larga es la de lesbianas muertas, que desde Julie (Executive Suite) en 1976 hasta la última del 2016, de momento cierto personaje de Orange Is the New Black, asciende a 160 (la de hombres gais o bisexuales es de 109, con solo una muerte en lo que llevamos de año. ¿Por qué será?). Esta es la tendencia de muertes de los últimos años:
Cifras a fecha de la última muerte, 17 de junio del 2016.
¿Esto sigue sin ser motivo suficiente para indignarse? Hay más: cómo son las muertes. Está claro que no hay una manera ideal y bonita de morir, pero también lo está que, en estos casos, hay un patrón que se repite demasiado. ¿Os acordáis de Silvia (Los hombres de Paco), que murió de un balazo con el vestido de novia aún puesto? ¿Y del disparo absurdo que mata a Tara (Buffy, cazavampiros)? ¿O a Marissa (All My Children)? ¿O a Samantha (Ascension)? Balas por todas partes. Eso no es todo. ¿Os acordáis del golpe mortal que “accidentalmente” se da en la cabeza Cristina (Tierra de lobos) al forcejear con el Teniente Ruíz justo antes de escaparse con Isabel? ¿Y de lo absurda que es la innecesaria muerte de Rachel (House of Cards)? ¿Y de la flecha que le atraviesa la cabeza a Denise (The Walking Dead)? Es más, en la historia original, esa flecha iba dirigida a Abraham, pero el macho man no podía tener una muerte tan insignificante y si había que cambiar las tramas para que la lesbiana muriera y el hombre heterosexual sobreviviera, se cambiaban. Y acordaos de la muerte de Lexa. En esta serie, hay personajes que han sobrevivido a que les claven una lanza en el pecho, a que les apuñalen con un cuchillo envenenado y a que les ahorquen. ¿Cómo? Porque eran hombres heterosexuales (y blancos… pero ese es otro tema que también daría mucho de sí).
¿La forma en la que tratan las muertes sigue sin ser motivo suficiente para indignarse? Hablemos de la importancia y las tramas que se les dan a estos personajes. Está la trama de “¡Oh, no, una heterosexual se ha vuelto lesbiana de repente! (Calma, es solo una fase y volverá a ser normal.)”, la de “Mi familia no me acepta como soy”, la de “Solo soy la lesbiana de paso cuya mayor hazaña será hacer que una hetero se cuestione su sexualidad”, la de “Soy la mala malísima” o la de “Qué feliz soy, por fin estoy con la chica de la que estoy enamorada y vamos a ¡MUERTE!”. O, simplemente, se utilizan para que una trama heterosexual pueda avanzar, como la muerte de Denise; el personaje de Mandy (The Royals) que ni siquiera es lesbiana, pero se aprovecha de Elena y así ella se puede enamorar del chico; el personaje de Tiana (Empire), que solo está para añadir salsa a la historia de Hakeem o el de Faith (Unreal) que hace lo mismo con Adam.
¿Cuándo vamos a encender la televisión y nos vamos a encontrar con una lesbiana que tenga el protagonismo de Carrie (Homeland) o que entre en la categoría de “inmortal” en la que está Rick (The Walking Dead)? Y no sirve lo de “en esas series cualquiera puede morir”, porque entonces que me expliquen cómo Carl sobrevive a un balazo que le atraviesa el ojo y Denise no sobrevive a una flecha con el mismo recorrido.
Es cierto que toda la representación no es mala.Hay alguna serie que, de momento, lo está haciendo bien, como Familia de acogida, Sense8, Wynnona Earp, Wentworth… ¡hasta Glee fue más o menos decente! ¿Es mucho pedir que haya más series con diversidad y que sea de calidad? Los habrá que piensen: “¿Qué más da? Para cuatro lesbianas que ven la serie… que no la vean. No va a pasar nada”. Veamos un ejemplo: la audiencia de Los 100 no volvió a alcanzar los 1,3 millones de espectadores desde la muerte de Lexa en el capítulo 307 (solo lo hizo cuando volvió a aparecer el personaje en el 316) y, para tener una visión más amplia, esta es la gráfica con la valoración de los capítulos de la tercera temporada en IMDb, donde vota gente de todo el mundo.
Datos a fecha de 11 de julio del 2016.
A lo mejor sí que pasa y nuestra opinión sí que importa. Pero dejemos a un lado las cifras y vayamos a lo que realmente importa. Quizás sería mucho mejor que esa adolescente que sufre bullying en el instituto, esa a la que sus padres no aceptan, esa que se siente rara o esa que no se acepta a sí misma pudiera encender la tele y ver que no pasa nada. Que pueden gustarle las chicas y tener una vida interesante, tener amigos, tener pareja si quiere, en definitiva, ser feliz. Ahora mismo, el mensaje que están recibiendo esas adolescentes es otro muy diferente y muy negativo. Básicamente, les están diciendo que su vida va a ser un drama, que no van a ser felices y que se pongan chaleco antibalas. Y no solo lo reciben ellas, sino el resto del mundo. Justo lo que le hace falta a una sociedad que alardea de progresista, pero que todavía es homófoba.
Aún estoy esperando un Cómo conocí a vuestra madre en el que la protagonista le cuente a sus hijos cómo conoció a su madre. O que en vez de Javier Morey (El Príncipe) hubiera sido Alicia Morey la que se hubiera enamorado de Fátima. O que Kara (Supergirl) en vez de tener dos intereses amorosos masculinos los tenga femeninos o masculino y femenino. O que una de las Embrujadas se hubiera casado con una mujer.
Es cierto que las series no deberían guiarse por las peticiones de los fans, pero, en este caso, es necesario reflexionar sobre el mensaje que se está enviando. Productores, guionistas, directores… ¿queréis hacer productos que emocionen, que impacten, que signifiquen algo y que ayuden a que esta sociedad sea mejor? En ese caso, deberíais replantearosel trato que les dais a los personajes LGBT (si estáis en ese pésimo porcentaje que los incluye), sobre todo a las mujeres, porque lo que estáis haciendo ahora mismo ni emociona, ni impacta, ni ayuda a esas adolescentes que cada día luchan por seguir adelante en un mundo en el que ni la ficción apuesta por ellas.
*El estudio incluye las series de las cadenas estadounidenses ABC, CBS, The CW, FOX y NBC emitidas desde el 1 de junio del 2015 hasta el 31 de mayo del 2016.
La ciudad más poblada de Estados Unidos, con más de ocho millones de habitantes, Nueva York, ha aprobado una ley para que algunos de sus baños públicos y de establecimientos de la Gran Manzana sean unisex (a falta de un mejor término en castellano). Algunos, porque con la ley en la mano solo una parte de los aseos incluirá el cartel de género neutral: la norma que ha firmado el alcalde neoyorkino, Bill de Blasio, afecta a los servicios de un solo ocupante, mientras que en el resto seguirá prevaleciendo el binomio mujeres/hombres.
La medida llega a una de las ciudades más importantes del planeta cuando diferentes territorios de Estados Unidos, como Carolina del Norte, promulgan leyes anti-LGTBI para que las personas usen los servicios atendiendo a su sexo de nacimiento, y no a su identidad de género. Unas leyes que ya han tenido respuestas reaccionarias como la aplicación móvil Refuge Restrooms que os enseñó Nat hace unos meses para que las personas transexuales, intersexuales y sin género definido encuentren baños en el país en los que sean bienvenido/as, o como la inclusiva medida que entrará en vigor a partir del 1 de enero de 2017 en Nueva York que debe servir de ejemplo para otras muchas metrópolis del país y del mundo.
Para ser como Alex Vause y atraer chicas como si del flautista de Hamelin se tratase, es necesario haber comido muchos Petit Suisse de pequeña, ser miope, saber hacerse la raya de los dos ojos simétrica y leer mucho no, lo siguiente. Las tres primeras virtudes dependen de la lotería de la genética pero, con la última, podemos ayudaros.
Alex Vause, que sabe que leer es sexy, se entrega a fondo para cultivar esa cualidad de croqueta intelectual. A vosotras os tocará hacer lo mismo, empezando por lo que lee ella. ¡A leer!
Ciudad de ladrones de David Benioff
En una San Petersburgo sitiada por los nazis, Lev, un joven de 17 años, termina en prisión. Un coronel le ofrece un trato, si le consigue una docena de huevos para la tarta nupcial de su hija en una semana, será liberado, sino, morirá. La misión es prácticamente imposible, porque en la ciudad andan escasos de todo y, en el campo, esperan los alemanes, pero Lev acepta porque no tiene nada que perder. Puedes comprarlo aquí.
Nacidos para correr de Christoffer McDougall.
El pistoletazo de salida de este libro lo marca la pregunta que Christoffer se hace, «¿por qué me duele el pie?». Desde ahí nos lleva a los indios Tarahumara, una tribu que practica una técnica que les permite correr cientos de millas sin cansarse y sin necesidad de pasar por Decathlon para equiparse, y termina con los ultra-runners, corredores de distancias mucho más largas que las de un maratón. Un libro entretenido y muy interesante, tanto para runners como para los aficionados al sillonball. Puedes hacerte con él aquí.
El castillo de cristal de Jeanette Walls
La asombrosa y curiosa historia de infancia y juventud de la periodista Jeanette Walls, que narra las idas y venidas de su carismática familia, disfuncional y vibrante a partes iguales, y de cómo ella y sus tres hermanos tuvieron que aprender a cuidarse a sí mismos ante la desatención de sus padres. Puedes comprarlo en este enlace.
Los miserables de Victor Hugo
Igual este lo podéis pasar por alto e ir, igualmente, diciendo por ahí que lo leísteis, porque las posibilidades de que os topéis con alguien que de verdad lo haya leído y os pille en vuestro embuste, son remotas. Aunque las valientes que quieran conocer a fondo la historia del París de principios del siglo XIX hasta la insurreción de junio de 1832 y consigan llegar hasta el final, se ganarán mi más sincera admiración. Hazte con él aquí.
¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? de Philip K. Dick
Hacer referencias literarias durante una conversación es un bonus para ganar más puntos en buenorrismo. Esta pertenece a ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?, novela de ciencia-ficción en la que se basa Blade Runner de Ridley Scott. Rick Deckard, el protagonista, es un ex-policía que tiene como misión buscar y retirar a todos los androides renegados que encuentre. El problema es que la tarea no le será tan fácil como parece porque los androides son idénticos a los humanos y porque sino la cosa no tendría gracia. Consigue el ebook aquí.
Después del increíble éxito de su primer single ‘Work From Home’, Fifth Harmony sorprendía con el lanzamiento casi sorpresa del videoclip del segundo singe de su nuevo álbum ‘7/27’. ‘All in my Head (Flex)’ se estrenaba el pasado 24 de Junio, para celebrar el comienzo del ‘7/27 World Tour’.
Ya sabíamos que las chicas de Fifth Harmony no eran las niñas que habíamos conocido en los castings de la edición americana de X Factor allá por el 2012. Las hemos visto reír, llorar, crecer y sobre todo, convertirse en estas mujeres que nos quitan el aliento en cada videoclip. Lauren, Dinah Jane, Camila, Normani y Ally Brooke están, sin duda, rompiendo todos los récords como la girl band del momento desde las míticas Spice Girls.
Fifth Harmony intenta llegar a la cima del mundo, con sonidos frescos y comerciales. ‘All in my head (Flex)’ no es la excepción de este disco y haciendo justicia a su nombre, la tenemos siempre en la cabeza. Puede que su letra fácil y su ritmo reggae ayude a esto. Las chicas de Fifth Harmony han decidido cambiar la construcción por la playa y encienden el verano con sus coreografías, sus miradas a cámara y sus sonrisas inocentes como si nunca hubieran roto un plato.
Bañadores imposibles, revolcones en la arena y fiestas como las de cualquier adolescente común, eso es lo que podremos ver en el nuevo videoclip de la girlband del momento. Sí, vamos a ser sinceras, el bañador de Lauren no es lo más de moda del momento y quizá esos tipos musculados que salen a lo largo del video sin sentido alguno, no es nuestra cosa favorita del mundo, pero la canción nos gusta. Se nos pega como un chicle a la suela del zapato y después de escucharla una vez no podemos dejar de tararear el ritmo durante todo el día. El videoclip ya supera los 41 millones de visitas en Youtube y el contador no tiene pensamiento de dejar de subir en un tiempo.
Lo entendemos, no somos ciegas y Fifth Harmony también nos ha conquistado a nosotras.
Hace ya dos semanas que tenemos al verano oficialmente por aquí y, lo único que apetece con este solazo y este calor es tumbarse en la playa cuan lagarto, disfrutar de un buen par de chapuzones y de por qué no, también de un libro mientras nos moreneamos.
Taking flight de Siera Maley
A Lauren, de 17 años, le gusta salir de fiesta, acostarse con tantas chicas como pueda y saltarse las clases. Su rebeldía adolescente alcanza su cota máxima tras la muerte de su madre, con un padre alcóholico que no se ocupa de ella, termina siendo sancionada por un juez y enviada de Los Ángeles a un pueblo perdido de Georgia donde, durante unos meses, convivirá con la tradicional y conservadora familia Marshall. Puedes comprarlo aquí.
La tempestad de Valerie Col
Vuelve Valerie Col con La tempestad. Con su mismo estilo sencillo y sin pretensiones, cambia de registro y nos trae una historia breve y sincera que no te suelta hasta haber llegado a la última página. En La tempestad, la protagonista echa la vista atrás y analiza cada una de sus relaciones pasadas para poder pasar página y seguir adelante. La única pega es que sabe a poco, así que, si todavía no habéis leído sus Diez relatos, no sé a qué estáis esperando. Puedes comprarlo aquí. Y Diez relatos, aquí.
The gravity between us de Kristen Zimmer
Kendall Bettencourt es una superestrella de Hollywood. Kendall Bettencourt es también es la mejor amiga de Payton. Kendall Bettencourt es la chica de la que Payton lleva enamorada desde que era pequeña. Pero Kendall Bettencourt vive en la otra punta del país y no es croqueta. El primero de los problemas tiene solución, ¿y el segundo? The gravity between us es tremendamente romántico, divertido y tan, tan cuqui, como Payton. Tened cuidado, u os enamoraréis perdidamente de ella. Avisadas estáis. Hazte con él aquí.
Una receta inesperada de Sonia Lasa.
Entre Madrid, Nueva York y Roma transcurre esta entretenida y gastronómica historia que une, con motivo del rodaje de una película, a una productora y a una cocinera, aparentemente, muy diferentes entre sí, pero que comparten un amor común, el arte. Puedes comprarlo aquí.
Hay diferentes formas para constatar que el verano ya ha llegado. La primera y tradicional es asomarse a la ventana; si notas cómo arden tus retinas, sí, es verano. La segunda es seguramente igual de dañina para la salud ocular: pones la televisión, y si en los telediarios se acumulan los mapas del tiempo como si el país fuese el infierno y las noticias estrella son que las medusas y las sombrillas han invadido las costas, sí, es verano. Y si entre el mapa infernal, las medusas y las sombrillas se suceden anuncios y anuncios de productos para la depilación –preferentemente femenina– no hay duda: el estío ha llegado para quedarse. Y a veces, solo a veces, esos utensilios que anuncian mujeres sin un solo bello en el cuerpo nos traen acción croqueta en sus escasos segundos de duración.
El anuncio de la gama de cuchillas Solei Shine de BIC podría ser como el de cualquier producto de la competencia: unas chicas jóvenes y guapas que entre risas y los veraniegos rayos del sol lucen unas piernas kilométricas y perfectamente depiladas. El punto de inflexión que marca la diferencia con cualquier otro comercial es cuando una de las protagonistas dice que, oh, la otra chica es su cita. Y con una palabra tan reveladora BIC nos regala el anuncio croqueta, aunque esperamos que no sea el único, del verano de 2016.
Hoy os vengo a hablar de una iniciativa estupenda e interesante dentro del mundo LGTBI. Su nombre es The Ring Thing, y es un proyecto de película-documental sobre el matrimonio homosexual. Más específicamente, sobre cómo las personas queer vemos el matrimonio en la actualidad, en el año 2016.
La trama se basa en la historia de Sarah, una chica lesbiana con padres separados a la que un día cualquiera, su novia le transmite que tiene ganas de formalizar su relación, o dicho de otra manera que impone un poco más, quiere casarse. Hasta aquí la parte de ficción de la película. Sarah, un poco asustada por el tema, decide hablar con diversas personas LGTBI sobre cómo ven, cómo viven o cómo han vivido su matrimonio, para aclarar un poco su opinión y sus dudas respecto al tema. Aquí es donde viene lo novedoso: los testimonios de las personas con las que hablará, son todo casos reales. Y no sólo eso; todo el mundo, incluso tú misma, puede hacer llegar su historia mediante su página web.
Will Sulivan es el director y creador de esta idea. Will ha dirigido ya diversas películas, en su mayoría de temática LGTB. La última fue That’s not us, una comedia que explora el significado del amor enfocado desde tres perspectivas diferentes: la de una pareja hetero, la de una pareja gay y la de una pareja lésbica. El film fue laureado en diversos festivales cinematográficos. A continuación podéis ver el tráiler.
Ahora, después de casarse con su pareja Derek Dodge, también guionista de la película, decidió que había llegado el momento de hacer una película que explorara el significado real del matrimonio en el mundo LGTBI, lo que se esconde detrás del sí quiero. Es por ello que busan visiones tanto de aquéllos que todavía no se han casado como de los que lo acaban de hacer, los que llevan años emparejados, los que se casaron y se divorciaron y los que no lo han hecho ni tienen pensado hacerlo.
No hace tantos años que el matrimonio era única y exclusivamente la una unión sagrada entre un hombre y una mujer que, en traje y en vestido blanco respectivamente, se juraban amor eterno con un beso en el altar. Hoy en día, el mundo se ha expandido junto con las mentes de las personas que lo forman (no todas, por desgracia), y el matrimonio hoy une ni más ni menos que… personas, sin importar su sexo u orientación.
Por ello es muy interesante el proyecto The Ring Thing. Primero de todo, por su originalidad al dar voz a TODA la comunidad LGTBI que quiera expresar su opinión. Tan fácil como rellenar un formulario. Y segundo, porque permite reformular y ofrecer una visión diferente y necesaria de una tradición muy arraigada al amor heterosexual pero que a día de hoy, y gracias a un enorme esfuerzo y lucha del colectivo LGTBI, se está logrando asociar de igual manera al amor no-heteronormativo legalizándose, poco a poco, en más países.
De momento no hay fecha prevista para el lanzamiento de la película, pero todo hace pensar que puede quedar un tiempo para que ésta salga a la luz, puesto que los formularios para recibir historias siguen abiertos y, hasta el momento, están teniendo trabajo porque han recibido un aluvión de mensajes. Así que, ¿por qué no mandas el tuyo y contribuyes a crear la historia de The Ring Thing?
Cuando os hablamos de Wynonna Earp al poco de estrenarse, no teníamos claro cómo iban a evolucionar tanto la serie como la relación entre Waverly y Nicole. Ahora que ya ha acabado la primera temporada, podemos descansar tranquilas y celebrarlo.
Si nos centramos en la serie, podemos decir que ha evolucionado a mejor, tanto en la evolución de los personajes como en las tramas. En la segunda mitad de la temporada introducen a un personaje nuevo que descoloca a todo el mundo. Y la verdad es que en los últimos capítulos el ritmo ha sido frenético, hasta dejarnos con un cliffhanger de final de temporada tal que así:
Si nos centramos en WayHaught, recordamos que Nicole se le presentó a Waverly en el segundo capítulo. Desde ese momento, Waverly empieza a cuestionarse su relación con Champ. Incluso Wynonna cree que está perdiendo el tiempo con él.
Durante varios capítulos, nos torturan dándonos solo escenas de este estilo:
Waverly se da cuenta de que Champ no es suficiente para ella y lo deja, aunque no por eso va corriendo a los brazos de Nicole (bien, Emily, bien), primero tiene que aclararse y no solo en el ámbito amoroso, están pasando muchas cosas en Purgatory.
Paralelamente se va construyendo la relación de las futuras cuñadas, aunque ellas no tenían ni idea.
Nicole sabe que en Purgatory pasan cosas raras, cosas sobrenaturales, pero nadie le dice qué exactamente. Con eso en mente se encuentra con Waverly, que estaba pensando en otro tema completamente distinto (en ella, vamos).
Después de ese encuentro y de otro en el que ambas quedan como amigas(sí, sí, claro), Waverly tiene una charla con Gus. Esta le dice que ya es hora de que haga lo que de verdad quiere, en todos los sentidos, y que a veces lo mejor de la vida son las sorpresas que nos trae. Waverly parece darse cuenta de lo que quiere…
¡WayHaught es oficial! Empiezan una relación más o menos en secreto… Aunque podríamos decir que la única que no se entera lo sabe es Wynonna.
La acción en Purgatory no cesa y hay un tiroteo en casa de Wynonna, en el que Waverly resulta herida(es besar a una mujer y te conviertes en un imán para las balas) y NO MUERE. Bueno, vale, la bala solo le roza, pero con la suerte que tenemos con las balas, eso ya es un milagro.
Wynonna Earp 1 – 0 Bury your gays trope.
Waverly intenta darle pistas muy sutiles a su hermana sobre su nueva relación, pero sigue sin darse cuenta.
Mientras tanto, en el granero…
En el último capítulo, tenemos una de las mejores escenas de la serie, por dos motivos que a nosotras nos encantan. Comprobadlo vosotras mismas.
¡Bien, Wynonna!
Oh, vaya, los chalecos antibalas existen…
Wynonna Earp 2 – 0 Bury your gays trope.
Mensaje final de Wynonna Earp para el Bury your gays trope, para el queerbaiting y para todos aquellos guionistas, escritores o productores que no dejan de matar a personajes femeninos LGBT:
Esperemos que renueven la serie para una segunda temporada y podamos tener más Wynonna y, sobre todo, más WayHaught en nuestras vidas.
Ruth Caudeli es la directora de la productora audiovisual Ovella Blava Films y ha escrito y dirigido varios cortos, pero ahora quiere dar el salto a la realización de largometrajes con ¿Cómo te llamas?, un «drama humano» del que también firma el guión y que narra la decadencia de una pareja, Eva y Candela, dos mujeres con grandes expectativas que se conocen gracias a un sueño en común aunque los caminos de cada una se van desdibujando con el tiempo. Una historia en la que hay mucho amor, aunque «esta no es una historia de amor»: «es la historia de cómo el amor se rompe y de cuán complicado es darse cuenta de eso».
Así se presenta la descripción de ¿Cómo te llamas? en la plataforma de crowdfunding ulule.com en la que la cinta ha iniciado una campaña que aspira a conseguir un mínimo de 8.000 euros. A falta de veintidós días para su finalización ya ha recaudado el 74% de la meta, casi 6.000 euros. Las aportaciones, como es habitual en la financiación por micromecenazgo, van desde los 5 euros -con el nombre del mecenas en los créditos de la película- hasta los 1.000 para hacerse productor asociado de la cinta.
La película, con carácter internacional (Silvia Varón y Alejandra Lara, las actrices que encarnan a las protagonistas, son colombianas), pretende romper los «mitos absurdos que sabemos que gran parte de la sociedad todavía tiene» sobre las parejas de lesbianas, y en su producción cuenta con un «gran porcentaje de participación femenina» porque las mujeres «no podemos seguir siendo invisibles en el mundo del cine». ¿Cómo te llamas? cuenta ya con más de 200 mecenas, y si consigue sobrepasar su meta de financiación mínima y llega a los 12.000 euros de presupuesto, Ruth y su equipo cubrirán los gastos iniciales para cumplir su mayor objetivo: su distribución en salas comerciales y en festivales internacionales. ¡Mucha suerte con el proyecto!