Desde que tenemos internet, la vida es más fácil en muchos términos, pero, desde luego, no hay nada como empezar a googlear asuntos médicos y sentir cómo te inunda el pánico con un montón de términos que no sabes lo que son, suenan rarísimo, y no sabes hasta que punto puedes fiarte de lo que lees. Esto, precisamente, es lo que puede ocurrirte cuando comienzas a informarte sobre tus opciones para quedarte embarazada, por si tienes planes, y lees por primera vez la palabra ‘antimülleriana’, o el concepto ‘reserva ovárica’, o movidas similares. A ver: por partes.
Las mujeres nacen con todos los óvulos que tendrán en su vida (aproximadamente entre 1 y 2 millones al nacer). A lo largo de su vida, a partir del primer ciclo menstrual, el cuerpo recluta un grupo de folículos (cada uno con un pequeño óvulo inmaduro en su interior) que tienen el potencial de responder a las hormonas, crecer y ovular. Lo que veíamos en biología en el instituto, vamos.
La edad promedio del primer embarazo está aumentando en los últimos tiempos. Esto tiene, fundamentalmente, un factor social: a medida que la vida profesional nos estrangula, y acabamos buscando una situación en la que formar una familia, más se retrasa el asuntito de tener descendencia. Sin embargo, sabemos que la fertilidad disminuye a medida que nos hacemos mayores, por lo que es importante que comprender nuestra fertilidad y lo que las pruebas y tratamientos actuales pueden y no pueden hacer por ellas. Que no te agobies, vamos.
Dicho esto, ¿Qué es la hormona antimülleriana?
La AMH u hormona antimülleriana es una prueba de laboratorio que se utiliza para evaluar la reserva ovárica o el recuento de óvulos de una mujer. Esta hormona es producida por los pequeños folículos de los ovarios de la mujer. La AMH se utiliza como marcador de la cantidad de ovocitos disponibles.
Los valores más altos de AMH (más de 1 ng / ml) generalmente significan que existe una reserva ovárica normal. Los números más bajos (menos de 1 ng / ml) pueden indicar una reserva ovárica disminuida (DOR), y por tanto quizá sea más difícil el embarazo (aunque no es imposible).
Por cierto, esta prueba también se puede usar para diagnosticar problemas menstruales o para controlar con ciertos tipos de cáncer de ovario.
Su índice disminuye con la edad, pero también hay mujeres jóvenes que la tienen por debajo de lo normal. Lo importante, al final, es conocer cuál es el tuyo, y a partir de ahí, valorar las diferentes opciones que existen.
Esta prueba te la hacen gratis en todas las clínicas IVI. Se puede pedir cita aquí. Contacta con ellos y te informarán de todo lo necesario en tu proceso de formar una familia (o empezar a hacer planes, vamos). Échale un ojo a su web, que seguro que te resuelve muchísimas dudas