La pluma y la espuma: Y encima hay que dar las gracias
De bien nacidxs, dicen, es ser agradecidxs. Así que, vaya por delante mi total y...
La Pluma y La Espuma: Carol, Therese, Patricia, Claire
Yo tenía veintitrés años, corría el año 1991 y todo era una mierda, cuando leí...
La Pluma y La Espuma: Del Elisa y de todos los nombres de mujer que hay detrás
Sé que me has querido por encima de mí misma, de ti misma, y lo...
La Pluma y La Espuma: Maripili, esa ‘palenómana’
Tengo una amiga palenómana. Triste, pero cierto. Me supone un mundo confesar esto, porque mi...
La Pluma y La Espuma: La redundancia de la más absoluta [(nada)2]3
El otro día estaba yo pensando (suelo hacerlo. En serio, lo hago. ¡Que sí, coño!...
La Pluma y La Espuma: La leyenda de “El Momento Pototo”
Ahora que ya andamos con cierta confianza mutua os voy a contar una cosita que...
La Pluma y La Espuma: Cómo ser una bollera 2.0 y no morir en el intento
A ver, vaya por delante: soy bollera. ¡Lo juro! De verdad, he pasado todos los...
La Pluma y la Espuma: De señoras con ensaimadas en la cabeza y otras cosas del querer
Era Leia. Lo confieso. Sí, la señora de las ensaimadas en la cabeza. La princesa...
La Pluma y La Espuma: ¿Quién coño soy yo y qué ídem hago aquí?
Empezamos bien, ¿verdad? Pero, reconozco que es una buena pregunta. Sin embargo, me vais a...