Andamos siempre buscando la última serie con lesbianas o bisexuales, intentando llegar antes que nadie a las novedades en series LGBT de Netflix o, yo qué sé, montándonos nuestras propias historias con personajes que parece que no llegarán nunca a nada (ejem, Supercorp, ejem), y parece que nos hemos olvidado de muy buenas historias que nos hicieron disfrutar en su momento, y que seguramente debamos revisitar. Por todo esto, allá van tres series lésbicas clásicas que tienes que ver.
Sugar Rush
Estrenada en 2010, Sugar Rush nos cuenta la vida de Kim, una joven de quince años que se muda a Brighton, al sur de Inglaterra y se enamora perdidamente de Sugar, su mejor amiga, que es básicamente la malota del instituto. Ganadora de un premio Emmy, la serie, desarrollada por Shine Limited y transmitida por Channel 4, estaba basada en la novela de Julie Burchill del mismo nombre. Puedes verla en el player de Channel 4 si vives en UK o, si no, pues en Youtube.
South of nowhere
La familia Carlin (Paula, Arthur, Glen, Clay y Spencer) se muda de Ohio a Los Ángeles, California, y a cada uno le van pasando las cosillas típicas de mudarte a una ciudad que no conoces. En el caso de Spencer, ya te anunciamos que lo que le va a pasar es que se va a colar de otra chica, Ashley. #Spashley lo fue TODO en la internet lésbica del principio de los dosmiles y, ay, de repente tengo muchísimas ganas de volver a verla.
Mistresses
Lanzada en 2008, Mistresses es una serie de la BBC que sigue la vida de cuatro amigas. Lo que las une, además de que son todas fantásticas, es que la infidelidad y la traición ha jugado un papel muy importante en sus relaciones personales. A esta serie le tengo especial cariño porque fue donde descubrí la existencia de Anna Torv, algo que ha hecho mi vida sustancialmente mejor. Más tarde hicieron un remake estadounidense que también estaba bien, pero claro, Jess Macallan, a la que también adoro no es Anna Torv. Nope.