Hace años, cuando tenía tiempo, veía con fruición todo el contenido lésbico que caía en mis manos. Pim, pam, dos pelis en un día, seguidas de un libro y un par de epis. Como comprenderéis, he visto cosas con estos ojitos que, en fin, no pasan ni medio estándar de calidad. Ahora, con esta estafa que es la vida adulta, mucho me tiene que apetecer algo para dejar de lado una reparadora siesta. Y esto fue lo que me pasó con Visions, una película lésbica de 2023 que se me había escapado del radar y que pintaba más que bien.
La premisa molaba bastante: Diane Kruger (Troya, mis sueños, etc) es una piloto de avión a la que le gusta mantener el control. Ella es ordenadita, tiene una vida ordenadita y un marido (Mathieu Kassovitz, Amelie) con el que está intentando tener un hijo, algo que les está costando un poco. Todo está en esta línea hasta que un día se encuentra a Ana (Marta Nieto, Madre, Feria), una artista con la que mantuvo una relación hace mucho tiempo. Y es entonces cuando el orden se convierte en caos.
La historia, envuelta en una estética bastante alucinante, es tal y como esperas: antigua novia que pone tu mundo patas arriba, la persona más controlada del planeta tierra se vuelve un descontrol y empieza a hacer cosas que no debe. Estoy conforme con eso y era justo lo que buscaba. Pero el último tercio de la película se me hizo pesadísimo e incluso difícil de seguir. El meme del caballo, vamos. Algo que empieza genial y que termina… meh.
De todos modos, si buscas una película con aires a Thelma, a Hitchcock, a Lynch, a Riverdale, a ese tipo de películas que se desarrollan en ambientes calmados mientras el horror inunda todo, y sabiendo que no va a ser la historia de tu vida, quizá Visions pueda hacerte la tarde. Bajo tu propia responsabilidad.