No es ningún secreto que Orange is The New Black es una de nuestras obsesiones últimamente. Y supongo que cuando estabas viendo la serie en más de una ocasión te habrás preguntado qué parte es real y qué es, simplemente, pura ficción. A nosotras, desde luego, nos ha pasado. Y si bien todas sabemos que Jenji Kohan es una guionista maravillosa, también es de dominio público que detrás de Orange is The New Black se esconde una fascinante historia real, que en su día protagonizó Piper Kerman, quien plasmó sus memorias en un libro en el que narra casi en primera persona sus avatares en prisión.
Piper Kerman proviene de un entorno social muy parecido al de su alter ego en la pequeña pantalla. Tras graduarse en Humanidades en Smith College, empezó a trabajar de camarera en un restaurante de Northampton (Massachusetts), entregándose a una vida de autoindulgencia en la que casi con seguridad sucedió de todo. Drogas, alcohol, sexo, rock and roll, nuestra imaginación no tiene límites, pero tú decides.
En esta época es cuando conoció a Nora Jansen. Sí… has acertado… Nora es como se llama Alex Vause en el libro (aunque su nombre real parece ser que es Catherine) que resultó ser algo más que una cara bonita, pues por aquel entonces su trabajo ya consistía, básicamente, en pasar droga a escala internacional. Para una adolescente de 22 años como era Piper Kerman en ese momento, la perspectiva de estar saliendo con una persona que manejaba grandes sumas de dinero fue demasiado tentadora como para dejarla escapar y muy pronto se encontró involucrada en los múltiples viajes de negocios de su novia, que como todas sabemos ya, acabarían pasándole factura.
Aunque de entrada parezca una historia excitante (drogas, lesbianas, viajes por todo el mundo) lo cierto es que la relación con Alex Nora no fue un camino de rosas como nosotras, en nuestra obsesión por ver lesbianas felices por todas partes, queremos creer. De hecho, Kerman escribe en su libro que la pareja vivía en una tensión constante y que su relación acabó siendo increíblemente aburrida. “Tenía poco que hacer, aparte de hacer compañía a Nora cuando trataba con sus contactos”.
Piper estaba asustada, asegura que era miserable, y a pesar de todo se lió la manta a la cabeza y decidió seguir los pasos de su novia desde Bélgica para finalmente establecerse en la fría Suiza. Su romance acabó convirtiéndose en la crónica de una detención anunciada, y la policía la paró en el aeropuerto de Bruselas con una maleta cargada de dinero de la droga que le supuso un billete directo a prisión. Sí, exactamente como ocurre en la serie. Piper y Nora rompieron poco después, y la protagonista regresó a casa para empezar una nueva vida en la que muy pronto conocería a Larry Smith (Jason Biggs). El resto, como se suele decir, es historia. Piper y Larry siguen juntos, lo que nos hace pensar que por ahí irán los tiros también en la ficción. Aunque, para ser sinceras, la idea no nos guste demasiado.
Cosas que son reales de Orange is The New Black:
RED. Algunos de los problemas que Piper vivió en prisión son muy reales y así se plasman en el show. Sin ir más lejos: Red y los insultos a su comida. La prisionera novata realmente desdeñó la comida de la rusa, aunque hay que decir que las consecuencias no fueron ni mucho menos tan dramáticas como las que nos han presentado. De hecho, las dos mujeres acabaron teniendo una relación afectuosa, pero ya sabes que sin drama no hay historia, así que la exageración es efectiva.
EL ARTÍCULO DE ‘THE NEW YORK TIMES’. Larry Smith sí escribió un artículo en el periódico más prestigioso del mundo sobre lo miserable que era su vida mientras su prometida estaba en prisión. Esto le abrió las puertas a otras oportunidades profesionales, y quedó registrado en este link que os dejamos aquí.
EL TRABAJO DE ELECTRICISTA. Por lo que se ve, es también cierto que Piper trabajó como manitas arreglando los desperfectos de los aparatos eléctricos —a todo esto, gracias, secadora, por los grandes momentos que nos has dado. Nunca pensé que llegaría a amar tanto un electrodoméstico—, aunque el supervisor era un tipo deleznable, que se pasaba el día haciendo bromas sexuales vulgares, lo que llevó a Kerman a quejarse de su comportamiento en varias ocasiones. Suponemos que no estaba Pornstache en la ecuación.
CRAZY EYES, YOGA Y PENNSATUCKY. Las tres son reales. Y sus personajes se inspiran totalmente en ellas.
EL PARECIDO DE PIPER CON PIPER. Mientras que Nora no tiene mucho que ver con su alter ego en la ficción, el caso diametralmente opuesto ocurre con Piper Kerman, que sí tiene un gran parecido con Taylor Schilling, la actriz que interpreta a su personaje. Por este detalle en concreto estamos muy agradecidas, ya que, siendo francas (e increíblemente superficiales, no seamos cínicas), Laura Prepon nos entra mucho más por los ojos que Nora Jansen. O a lo mejor es que los píxeles no nos dejan apreciar su belleza en toda su extensión. También puede ser.
Lo que no es real en Orange is The New Black:
LAS RELACIONES LÉSBICAS. “Durante el primer período de vacaciones que pasé en la cárcel, tras llegar a Danbury (así es como se llama el penal en el que cumplió condena Piper Kerman) me sorprendió el hecho de que no parecía haber ninguna actividad lésbica… Muchas de las relaciones románticas que observé eran más parecidas a cuelgues de adolescentes, y era raro que una pareja durara más de un mes o dos”, explica la autora del libro. No era mi intención destrozaros el gran cliché de las cárceles de mujeres, pero esto es lo que dice y así os lo hemos contado.
TENSIÓN RACIAL. Sin embargo, uno de los clichés que sí se cumplen es la teórica tensión racial que hay entre rejas. Aunque Kerman admite que al principio le sorprendió ver lo agradable que todas eran con ella, muy pronto experimentó en sus propias carnes las tensiones propias de las estructuras sociales de una cárcel. De hecho, la prisión estaba dividida en bloques para mantener a las presas junto a sus afines, aunque en la ficción estas líneas rojas se vuelven borrosas debido al humor negro con el que se abordan. En el libro no es así. La historia gira en torno al conflicto que supone para una chica blanca bien educada acabar con antecedentes penales.
LA FAMILIA DE PIPER. El entorno de la autora fuera de prisión siempre fue de cariño y apoyo. Piper tiene unos padres muy afectivos, su relación con Larry fue estable incluso estando en la cárcel y tenía un trabajo esperando por ella cuando cumpliera condena. Nada de grandes dramas, todo como la seda.
PIPER Y ALEX NUNCA COINCIDIERON EN PRISIÓN. En la vida real cada una cumplió condena en un penal diferente. Las examantes no se vieron hasta un mes antes de que Piper quedara libre, cuando ambas fueron llamadas a testificar contra otro miembro del cartel para el que trajaba Nora. Pero, cuando por fin se vieron, no hubo tensión sexual de ningún tipo entre ellas. Así que esta es una de las cosas que tenemos que agradecer a la potente imaginación de Jenji Kohan. Gracias, Jenji, te debemos una. Una muy grande.
Aunque es complicado imaginar qué rumbo tomará la serie a partir de la segunda temporada, sabemos que en la vida real Piper Kerman acabó mudándose a Nueva York cuando cumplió su condena y que estuvo dos años en libertad condicional. Como durante este período de prueba las exreclusas tienen terminantemente prohibido establecer contacto con personas que tengan un pasado criminal, a la autora le resultó imposible mantener las amistades que hizo en prisión. Pero lo que está claro es que aprendió la lección. Piper se reinsertó en sociedad. Ella y Larry contrajeron matrimonio, devolvieron su relación a la normalidad, y ahora Kerman es una autora de éxito, artífice de la idea que ha dado vida a uno de los shows más aplaudidos de los últimos años.
En cuanto a Alex-Nora-Catherine, lo único que sabemos es que está perdida en combate. O al menos eso es lo que ha dicho Laura Prepon en varias entrevistas. Lo primero que hizo la actriz tras aceptar su papel fue interesarse por ella, por la Alex real. Quería mantener una conversación de tú a tú para saber cómo enfocar el personaje. Sin embargo, fue un encuentro que nunca se produjo. Nora Jansen ha permanecido ausente durante este tiempo, suponemos que asqueada ante la perspectiva de convertir su vida en un circo televisivo, aunque los registros policiales dicen que quedó libre en 2009. Por desgracia, da un poco igual. Si como todo parece indicar, Laura Prepon abandona Orange is The New Black, su personaje y su historia acabarán diluyéndose en la memoria colectiva, y pasarán al segundo plano del que, estamos seguras, Nora Jansen nunca quiso salir.