Muchas veces nos encontramos con términos del ámbito LGBT que desconocemos o no tenemos del todo claros. En esta serie de entradas, hemos recopilado los más utilizados y os ofrecemos una pequeña explicación para cada uno. Vamos a dividir esta enciclopedia en cuatro “tomos”: Introducción; Identidad de género; Orientación sexual; y ¿Qué tipo de lesbiana soy? Algunos términos seguro que los conocéis, pero nunca viene mal repasarlos o conocer un poco más sobre su origen. En la introducción de hoy, hablaremos de los más comunes.
Empezamos por la sigla LGBT. Designa a lesbianas, gays, bisexuales y transexuales (o personas transgénero). Se empezó a utilizar en los años noventa para sustituir a la expresión “comunidad gay” y, actualmente, es el término que se utiliza para referirse a las comunidades no heterosexuales. El inicio con la letra L, en lugar de GLBT, se utiliza en pro de la visibilidad lésbica. Además, si se añaden más comunidades, esta sigla puede llegar a ser LGBTQQITTAPO: lesbianas, gais, bisexuales, transexuales, queer, questioning, intersexuales, transgéneros, travestis, aliados (o asexuales), pansexuales y otros (u omnisesuales).
Aunque no aparece en la sigla como tal, también tenemos la palabra homosexual. Publicada por primera vez en 1869 por Karl Maria Kertbeny, fue el primer término para definir a hombres y mujeres que sentían atracción por personas de su mismo sexo. Esta palabra empezó a adquirir connotaciones negativas, por lo que se empezó a reemplazar por “gay”, tanto para hombres como para mujeres. Más adelante, cuando las mujeres homosexuales feministas empezaron a construir su propia identidad, se generalizó el término “lesbiana”, procedente del nombre de la isla griega Lesbos. Actualmente, quizás por influencia del inglés, hay quienes utilizan el término gay para referirse tanto a mujeres como a hombres homosexuales, cosa que no gusta a todas.
En el otro lado, tenemos heterosexual. Al igual que con homosexual, también fue utilizado por primera vez por Karl Maria Kertbeny para referirse a personas que sentían atracción hacia personas del sexo opuesto. Posteriormente, Richard von Krafft-Ebing utilizaría ambos términos en su obra Psychopathia Sexualis.
Por último, la palabra bisexual se utiliza para describir a una persona que se siente atraída tanto por hombres como por mujeres. Esta atracción no tiene por qué ser equitativa entre géneros y puede o no haber preferencia por uno. Fue en 1892 cuando el neurólogo estadounidense Charles Gilbert Chaddock la utilizó por primera vez con este sentido, ya que anteriormente se había utilizado como sinónimo de hermafrodita. Aprovechamos para recordaros que, según un estudio del Doctor Gerulf Rieger del departamento de Psicología de la Universidad de Essex, las mujeres son bisexuales u homosexuales, pero no heterosexuales.
Y hasta aquí llega la introducción. ¿Qué pensáis vosotras sobre la polémica con los términos? ¿Os decantáis más por lesbiana, gay, homosexual…? ¿O directamente preferís croqueta?