The bolivian queen, La reina boliviana. Así es conocida Jennifer Salinas, boxeadora boliviana-estadounidense y actual campeona mundial categoría Super Gallo. Su carrera deportiva ha estado plagada de éxitos durante sus casi 14 años en los rings, y para las aficionadas al boxeo es un ejemplo a seguir. Jennifer, que actualmente está en proceso de divorcio de su marido y padre de sus cuatro hijos, hizo un post en su Facebook anunciando al mundo que por fin iba a vivir la vida que siempre había deseado, porque el principal factor para su infelicidad era que le gustaban las mujeres.
Bolivia no es un país fácil para ser lesbiana, ni siquiera a veces para ser mujer. En una entrevista concedida a un medio boliviano, se puede apreciar esto en las preguntas de la periodista.
Hace dos años confesaste haber sido abusada sexualmente de niña. Ahora hacés una nueva confesión, ¿esto es producto de ese trauma o es una liberación, cómo lo asumís?
Toda mi vida he sentido esa inclinación hacia las mujeres, yo pensé que era el trauma, entonces creí que si tenía terapia eso me ayudaría, pero la verdad es que hasta ahora nunca realicé ese tratamiento. Con los años me fui dando cuenta de que no era algo solo relacionado al trauma, siento una atracción intensa hacia mi mismo sexo.
Qué rumbo querés darle a tu vida?
Ahora que ya le expliqué a mi familia, a mi madre, decidí hacerlo público. La razón por la que lo hice ahora, a mis 33 años, después de 16 años de matrimonio, es porque me estaba enfermando, sentía una ansiedad en el pecho, pensé que tenía algo en mi corazón, fui al doctor y es simplemente estrés por lo que estoy pasando con mi esposo; no voy a decir de mi confusión porque no tengo duda alguna de mi inclinación sexual, es estrés por la relación tóxica en la que estaba.
(…) La comunicación con mis hijos es muchísimo mejor ahora porque soy una persona más feliz, siento más amor en mi corazón hacia las personas más cercanas.
Y es que ser feliz es lo primero de todo. Muchas felicidades a Jennifer por este valiente paso. Eres un ejemplo para todas.