Feminismo. Lesbianismo. París. Años 70.
Eso tendría que bastar para haberos convencido de ver La belle saison, pero aún así, hablemos un poco más de lo maravillosa qué es esta película. Y la historia. Y los personajes. Y Cécile de France. Sí, hablemos de lo maravillosa que está Cécile de France en esta película (y de ese cierto parecido que tiene con Lena Headey).
Dirigida por Catherine Corsini, La belle saison cuenta la historia una chica de campo, Delphine, que se enamora de una chica de ciudad, Carole. A la primera, todavía en la veintena, le acaban de romper el corazón y se muda a París. La segunda, vive con su novio y lidera un movimiento para la liberación de la mujer. Se conocen y pasan cosas. Cosas guays y bonitas.
La belle saison es una historia de amor, sencilla y dramática, donde lo que se debe y lo que se quiere hacer no siempre coincide. Con cierto trasfondo político y feminista que refleja el machismo imperante en el mundo rural francés durante los años 70, tiene como punto fuerte la química que desprenden Cécile de France como Carole y Izïa Higelin como Delphine.
Es, además, una película de contrastes. El contraste entre el mundo rural del que proviene Delphine y el de la gran ciudad de Carole. El contraste entre una personalidad más conservadora y otra más liberal. Y el contraste, a su vez, de cada una de sus protagonistas consigo misma durante la primera y la segunda parte de la película.
Olvidaos de La vida de Adèle y ved La belle saison. No os decepcionará.