…y las cayetaners al borde del infarto
Después del último episodio, de corte cómico, sabíamos que el drama iba a volver esta semana y de qué manera. Y es que el Ministerio del tiempo entra en cuarentena por culpa de un brote de gripe española que empieza con Irene Larra, pero tranquilas, que esta vez no ha pasado como en alguna otra serie (no digo cuál pero es una muy de moda ahora mismo) y… esperad un momento:
Vale, ya puedo seguir. Como iba diciendo, nuestra croqueta intertemporal se contagia de la gripe española durante una misión, y a Susana Torres (Mar Saura), nueva jefaza, no se le ocurre otra cosa que traérsela de vuelta al siglo XXI… Claramente, no podía salir bien y tienen que cerrar el ministerio con todos los trabajadores dentro. Uno tras otro van cayendo enfermos mientras nosotras nos comemos las uñas, ¿va a caer otra lesbiana de la pequeña pantalla? ¿Vamos a perder a nuestra Irene Larra y ni siquiera va a ser culpa de una bala perdida sino de un virus?
Sobreviviréee~
Ya sabéis que al final no se muere (minipunto para los guionistas, me reservo el punto completo para cuando acabe la temporada). No solo eso, sino que nos brinda otro momento les como nadie más que Irene Larra sabe:
Gracias RTVE, por poner los vídeos importantes a mano.
Además de conspiradora nata, se lía con su nueva jefa, toma ya. Poco le duró la pena de perder a su mujer, todo hay que decirlo. Pero se lo perdonamos porque da un juego inmenso al guión; Irene es un personaje clave para la trama de esta temporada, no solo por el destronamiento de Salvador a manos de Susana y el misterio al que aluden en la conversación del coche (¿qué sufrimiento comparten?), sino por la subtrama con los americanos que opino que aspira a formar parte del cierre de temporada junto con la reaparición de Julián. Sobre el beso yo me voy a poner el vídeo en bucle, porque me parece que este amor se va a romper dentro de muy poco, a nuestra Irene no le ha hecho mucha gracia eso de arriesgar las vidas de sus camaradas. Y es que es traidora, pero honrá.