Con la iglesia hemos topado. Eso es lo que han debido pensar algunas familias de Wichita, Kansas, cuando han leído el documento que tienen que firmar para que sus hijos entren en el instituto privado cristiano Trinity Academy. Además de tener que reconocer la autoridad de la Biblia y esas cosas, una de las cláusulas es muy explícita: si el adolescente que quiera entrar en Trinity Academy tiene algún miembro de la familia LGBT, el centro tiene el derecho de denegar su solicitud, o expulsarlo si ya estuviese entre su alumnado.
A continuación el extracto literal del que se hizo eco la web Patheos.
Dado el debate y la confusión en nuestra sociedad sobre el matrimonio y la sexualidad humana, es vital que las familias de Trinity estén de acuerdo y apoyen el punto de vista tradicional y cristiano de la escuela sobre estas cuestiones. Por lo tanto, cuando la atmósfera o conducta dentro de un hogar particular sea contrario al estilo de vida bíblico que entiende la escuela, incluyendo la práctica o conducta del estilo de vida LGBT (lesbianas, gais, bisexuales y transexuales) o alternativas de la identidad de género, el colegio tendría el derecho, según su criterio exclusivo, de negar la admisión de un solicitante o suspender la inscripción de un estudiante actual.
Ante la polémica, el centro hizo público un comunicado en el que desmienten que nieguen la admisión de estudiantes “simplemente por tener un pariente que es gay”, y que “tampoco negaríamos necesariamente la admisión de un estudiante al que le atraiga el mismo sexo”. Aunque hay un vacío legal en el documento sobre la expulsión en estos casos, y la página web Mic no ha recibido ningún tipo de feedback del centro sobre esta situación concreta.
Vía: Mic