¡Hola, croquetillas! Hoy vengo a hablar de una serie muy desconocida, pero que es muy interesante. No es shoujo ai, pero es muy feminista.
Me refiero a Taisho Yakyu Musume (las chicas del baseball Taisho). ¿De qué va? De chicas jugando al baseball. Pero diréis, ¿qué tiene eso de feminista? Pues que está ambientada en el 1925, cuando Japón aún está abriéndose y en algunos pueblos la situación no es muy moderna que digamos.
Añado un comentario corto de historia para ilustrar la situación que se vivía. Aunque el periodo Bakumatsu fue del 1810 al 1867, a muchas zonas rurales les costó la vida abrirse más. El Bakumatsu fue el periodo de apertura de Japón, que estaba aún en una edad feudal, al resto del mundo. Aunque la historia transcurre después del Bakumatsu, se pueden apreciar restos de ese feudalismo en el pueblo donde transcurre la historia.
La historia comienza con Akiko, chica de clase alta, en una fiesta de sociedad. Hablando con su prometido, este comenta que una mujer debe limitarse a las tareas domésticas y que jamás podría hacer las cosas que hacen los hombres. Akiko se cabrea y decide que le ganará en lo que más le gusta, el baseball. Y ahí va ella con todas sus ganas, a montar su equipo femenino de baseball.
Vale, esto es muy bonito, pero seamos realistas. Hay dificultades. Primero, convence a unas cuantas más de que jueguen contigo, porque no era lo habitual. Luego, entrena, que en su puta vida han hecho más ejercicio físico que las tareas en casa, negocios familiares e ir a clase.
La serie va mostrando el progreso y aprendizaje. Las diferentes chicas con sus circunstancias. Las dificultades que van encontrando. Porque es un bombazo que las chicas formen un equipo de baseball.
Aparte, el realismo de la serie. No esperéis campos infinitos y que tarden 5 horas en hacer una jugada. El primer partido que juegan es contra unos niños pequeños. Y los críos les dan la paliza de su vida, como cabía esperar. Tras ese primer encuentro irán entrenando y mejorando. Se van habituando al deporte, que muchas solo vestían con kimono. Es una evolución personal y cultural.
Además, la serie es cortita y tiene muy buenas seiyuus [actrices de voz], que fue por lo que llegué a ella, la encontré por casualidad cotilleando papeles de actrices y me animé a verla. Mereció mucho la pena el descubrimiento.
Y hasta aquí la reseña de hoy. La semana que viene, más.
¡Gokigenyou!
Nanaho.