¡Gokigenyou, croquetillas! Vale, admito que quizás hoy he rebuscado mucho el título del artículo, pero si habéis visto la serie completa sabréis a lo que me refiero. Hoy toca hablar de Adachi to Shimamura, un yuri muy atípico que algunas personas catalogan de soso y lento, pero simplemente es que muestra las cosas de forma diferente.
Normalmente cuando te dicen que una serie es shoujo ai o yuri se tiende a pensar de forma instantánea que debe ser una trama de un romance apasionado, con un flechazo, un malentendido que provoca que haya una ruptura temporal y luego la reconciliación. ¿No? Pero es que el género es mucho más que una trama romántica. Y AdaShima lo demuestra, que en una trama con un enamoramiento hay más factores. Madurar, que vaya ampliándose nuestro punto de vista… Ese crecimiento personal que se tiene en el instituto. En este anime se ven además diferentes tipos de amor. No, no me refiero al poli amor ni gilipolleces de estas raras. Es cómo interpretas o mantienes una amistad. Qué pides a esa amistad. Entender que tu vida es un camino y que va a haber gente que te acompañe un rato o más tiempo. A quién quieres en ese recorrido. Que el hecho de que haya gente intermitente en el camino no hace que sea menos valiosa. Si queréis ver algo más que un romance pasteloso, esta es vuestra serie.
¿De qué va esto? Porque de momento he dicho cosas un poco abstractas. Adachi Sakura y Shimamura Hougetsu empiezan el instituto. Ambas son malas estudiantes, de las consideradas delincuentes. Ojo, un estudiante tipo delincuente en Japón se refiere muchas veces que es el típico que se salta las clases, no estudia y pasa de todo, no tiene por qué hacer otra cosa más allá de eso. Obviamente también hay matones y gente chunga. Aquí se refieren a la versión light de delincuente, alguien que no va a clase y no cumple con esa obligación. Recordemos que los japos son muy estrictos con estos temas. Precisamente se conocen porque se esconden en una parte del gimnasio para saltarse las clases. Son compañeras de saltarse las clases. En un momento de estos se dan cuenta de que quizás deberían cambiar esto, juntas intentarán ser mejores estudiantes. No algo modélico, pero sí unas personas que puedan garantizarse un futuro.
Poco a poco las dos irán cambiando cosas de sus vidas. Adachi se volverá más social, tratando con las dos amigas de Shimamura, Hino y Nagafuji. Shimamura aprenderá que puede confiar en la gente, y aunque haya personas que pasen de forma puntual en tu vida, tampoco debes cerrarte en banda a tratar con los demás. Mientras que Adachi sí tiene sentimientos más obvios por su amiga y aprenderá a darles forma, porque al principio no entiende bien qué son esos sentimientos… Shimamura lo que entenderá poco a poco es que necesita o quiere tener una Adachi en su vida. Que obviamente también son sentimientos amorosos, pero ambas son jóvenes y deben dar forma a toda esa amalgama de sensaciones.
Hay más personajes secundarios, esto es realista, no solo se trata de dos amigas madurando. Están Hino y Nagafuji, amigas de Shimamura, que también tienen una amistad muy estrecha. Aparecerá al comienzo una niña pequeña que afirma ser un alienígena que viene a buscar a un compañero perdido. Esta niña, Yashiro, tendrá sentimientos por Shimamura y alterará un poco las cosas, aunque será quien haga reaccionar a Adachi, todo sea dicho. También están las familias de las dos chicas, claro, esto es bastante realista [aunque haya un alien, eso es lo de menos] y se ve el trato familiar que hay. Y la amiga de la infancia de Shimamura, Tarumi, que fue la que hizo que Shimamura se volviera desconfiada en el trato personal con los demás y su vuelta a la vida de Shimamura también trastocará los sentimientos e ideas de su amiga.
Poco a poco se verá cómo Adachi se atreve a más cosas por acercarse y estar con Shimamura. Pedirle una cita sin que se note que es una cita. O lograr quedar en San Valentín y regalarle chocolates. Y también veremos el cambio en Shimamura, por supuesto. Que no solo acepta esas citas con Adachi, sino que se esfuerza también en que esa relación rara que tienen vaya evolucionando. Digo que es relación rara no porque sea mala o nociva, sino porque está claro que es más que una amistad, pero las dos chicas deben darse cuenta poco a poco. Porque seamos sinceras, ¿de verdad me vais a decir que la primera vez que os fijasteis en una chica lo teníais todo súper claro? ¿O más bien pensabais que era vuestra mejor amiga y que era una amistad súper especial? O algo parecido, vaya, pero ese primer enamoramiento suele ser muy raro hasta que le das forma.
Y de eso va esta serie, de ese maduramiento [sí, me acabo de inventar la palabra, que me ha gustado el toque que tiene] personal de dos chicas son pocas habilidades sociales que gracias a que se conocen lograrán mejorar como personas. No esperéis nada acelerado, ni hormonas ni tonterías de esas. Eso sí, a ratos tiene mucho humor con las ocurrencias que tienen. Aunque la relación de Hino y Nagafuji tiene también su aquel, la verdad.
Nos leemos la semana que viene en otra reseña.
¡Gokigenyou!