¡Gokigenyou, croquetillas! Hoy vengo a hablar de una serie que me tiene totalmente enganchada y emocionada. Se trata de “Otome game no Hametsu Flag shika Nai Akuyaku Reijou ni Tensei Shiteshimatta…”. Gracias a dios podemos abreviarlo a Hamefura. Ni sabéis la que monto cada vez que tengo que escribir el título completo. Se traduciría por “mi siguiente vida como malvada, todos los caminos llevan al desastre”.
Seré sincera, este anime no iba a verlo, por tres factores que explicaré ahora. Menos mal que me dijeron cosas y le di una oportunidad. Porque este anime es el claro ejemplo de que las etiquetas son una puta mierda que muchas veces no definen en condiciones. Esta reseña tendrá varias partes. Primero comentaré por qué no quería verla al comienzo, que sirve para la segunda parte explicando de qué va realmente [y cómo engañan las etiquetas muchas veces] y luego cosas extras y valiosas que tiene esta locura de anime.
¿Qué tres factores me echaban para atrás? Pues que es un isekai. Que es un otome game. Y que el romance es tipo harén. Dicho así más de una se habrá quedado igual, así que voy al detalle.
Isekai se refiere a ese tipo de animes que se han vuelto tan populares que la trama se desarrolla dentro de un videojuego. Explicación dedicada a las yayas, especialmente a Sonámbola: Es cuando se llega a un mundo fantástico, lleno de seres extraños. Y el amo del calabozo da poderes a todos. Normalmente el protagonista es consciente de que está dentro del videojuego de turno y debe adaptarse a esa situación. A veces no, tan solo te presentan la “vida” dentro del juego. Hay mucha variedad de tramas. Aunque me gustan los videojuegos, no me suelen convencer estas historias, no terminan de llamarme.
Otome game. Es el tipo de juego donde se desarrolla la trama. Normalmente los isekais son en juegos tipo rol o rpg. Esto sería una aventura gráfica basada en diálogos donde la protagonista, por medio de decisiones y diálogos, decide con qué chico quedarse. Como imaginaréis, esto no me hacía especial ilusión.
Harén. Poco que explicar, supongo. Normalmente hay dos tipos de harén. El típico es un chico rodeado de chicas. El chico es tonto, pero no más que las chicas que le rodean. A mí siempre me ha parecido un hentai disimulado, muy absurdo y baboso todo. El reverse harén no es mucho mejor. Es una chica rodeada de chicos que harían cualquier cosa por ella. Pero, como la chica es tonta, solo hará caso al afortunado mientras los otros se comen los mocos. Esto me hacía tanta ilusión como lo de otome game.
Peeero… Las etiquetas no son absolutas. ¿Y si alguien da un golpe en la mesa y cambia las reglas a esos tres factores? Pues eso ha pasado en esta historia.
Empiezo a resumir un poco la trama. Catarina, nuestra protagonista, es una niña de 9 años. Es de familia noble, así todo muy victoriano. Catarina un día se da un golpe en la cabeza, y recupera recuerdos de una vida anterior. Fue una otaku adolescente enganchada a varios videojuegos. Y ahora está dentro de uno de sus favoritos, “Fortune Lover”. En el juego la protagonista irá tratando con 4 chicos y al final, según la ruta que elija, terminará con uno de ellos [o no, si sale mal]. ¿Problemas? Unos pocos. La protagonista del juego es Maria Campbell, y ella es Catarina Claes. ¿Quién es Catarina? La mala del juego, que en la mayoría de las rutas acaba muerta, apaleada o exiliada porque ha sido una cabrona.
Claro, la nueva Catarina no quiere eso. Conoce el juego, cuya trama empieza cuando tienen 15 años. Ahora tienen 9. Tiene 6 años para cambiar las cosas. Y aquí empieza la locura y el desparrame. Bien, ¿cómo evitas todo esto? Porque el problema es que la Catarina original fue un poco bastante hija de fruta. Sencillo, siendo buena gente. Hay tiempo para hacer las cosas bien. Así que nuestra Catarina es una chica reformada. Su principal objetivo es salir viva. Ya murió de forma absurda la vez anterior, esta vez quiere salvarse.
Catarina pasará de ser una pija malvada que putea a todos por placer a una chica que ayuda a todos, chicas y chicos, y encima en sus ratos libres cultiva un huerto. Un giro absurdamente radical, pero totalmente genial. Bien, esta nueva Catarina se hará amiga de los chicos… Pero esto nos interesa menos, ¿verdad? Si no, no estaría comentando esta joya de serie en HULEMS, ¿no? ¿Dónde está el croqueteo? Porque hay mucho croqueteo. Mucho y de calidad, que es lo que interesa.
Como dije, Catarina está empeñada en ser buena con todos, para que así ninguna ruta pueda condenarla. Con lo que cada vez que aparece una chica en la historia, Catarina está ahí para ayudar o lo que haga falta. El problema es que “roba” las escenas a los chicos. Me explico. En el juego, las escenas clave donde las chicas y chicos se enamoraban es porque el tipo de turno aparecía a ayudar en algún momento importante y surgía el flechazo. Pero, ¿qué pasa si en esas escenas la que ayuda a las chicas es Catarina? Exacto, que las chicas se enamoran de su salvadora, ya que ha robado la escena. Con la tontería, Catarina conquista a chicos y chicas por igual.
En los tres primeros capítulos veremos cómo se hace amiga de los participantes del universo. Pero en el capítulo 4 que ya aparece Maria, la protagonista del juego, ya es el desparrame. Pero ojo, un desparrame muy curioso, divertido y bien hecho.
Con lo cual, de las tres etiquetas que dije antes, al hacerlo de esta manera, no es ni de lejos lo que yo me esperaba. Y menos mal, porque esto es una puta maravilla.
Además, cosas buenas que tiene Catarina, que son unas cuantas.
Primero, como sabe cómo va el juego, cuando aparece alguien o sucede algo relevante, monta un consejo en su cabeza para decidir lo que toca hacer. Son varias versiones suyas en modo chibi [pequeñas], diferentes puntos de vista que decidirán qué decisión tomar. Esto es un punto, se mire como se mire.
Segundo, la nueva Catarina tiene gustos muy concretos. Ella es feliz comiendo bollos y dulces y cultivando su huerto. Bollera de manual, su carnet ha ganado puntos para la batidora y el robot de cocina y fijo que le sobran.
Tercero, es consciente de que ha robado escenas de romance a los chicos, pero le quita importancia. Según Catarina, eso seguro que no influye. Es simple como el mecanismo de un botijo. Se ha ganado el apodo de Bakarina [baka es tonta]. Pero no tonta en mal plan de “qué gilipollas es esta tía”. No, tonta en plan de simple y resulta absurdamente adorable. Es un personaje que se hace querer. Que ahora mismo, aunque puedas imaginar por dónde irán los tiros, cada semana esperamos a ver qué nueva locura hace la buena de Bakarina para seguir conquistando a Maria. Y lo logra sin darse cuenta. Que algunas de las escenas son totalmente geniales. Como cuando comparte una novela romántica lésbica con Sophia y le suelta, según se conocen, una frase de la novela. Que toda esta escena es oro puro, sinceramente. Y esto viene a ser como el chiste de los vascos buscando setas, que uno dice “coño, Patxi, un rolex” a lo que responde el amigo “¿A qué hemos venido? ¿A buscar setas o rolex?”. La prioridad de Catarina es salir viva, con lo que no dará importancia a los rolex de oro. Pero saca rolex de oro. Varios.
Cuarto, el humor de una trama bien estructurada que sorprende semana a semana. Aunque hay cosas que puedes imaginarte, realmente la serie es muy original y entretenida. Yo la estoy disfrutando cosa mala, porque además sé que no me va a frustrar como Oshibudou [que ya hablaré más adelante].
Quinto, algo muy valioso a tener en cuenta es que seguramente sea considerado por mucha gente anime del año algo con trama lésbica, porque normalmente un shoujo ai no tiene esta acogida. Pero ahora mismo está todo el mundo loco a ver qué hace Bakarina con su harén.
Sinceramente, si queréis una serie de humor con croqueteo loco, pero no hormonado, esta locura es vuestra serie. Yo ahora mismo solo espero que los BDs no sufran mucho retraso por toda esta crisis del corona virus, porque sí me está afectando a otras series.
La semana que viene comento al detalle Oshibudou y la frustración que me ha generado.
¡Gokigenyou!