Ha vuelto Juego de tronos. Bueno, no exactamente, pero desde luego ha vuelto la ambientación, las historias y… las ganas. La casa del dragón, la nueva serie de David Benioff y D.B. Weiss basada en los libros de George R.R. Martin ha despertado muchísimo interés, con diez millones de espectadores la noche de su estreno, y también ha hecho levantar la ceja a las espectadoras croquetas. Porque sí, nosotras también hemos visto la tensión entre Rhaenyra Targaryen y Alicent Hightower.
Ellas son las dos protagonistas más jóvenes de la historia, la hija del rey y la hija de la mano del rey. Al comenzar el episodio, ninguna de las dos sabe la que se le avecina una hora después, y viven su amistad adolescente sin preocupaciones, sin pensar en nada más que en disfrutar la compañía la una de la otra. Las dos actrices que las interpretan, Milly Alcock y Emily Carey tienen muy claro cómo querían interpretarlas, y que había gestos que podían ser interpretados de una manera más allá de la amistad. En palabras de Carey:
Definitivamente es algo de lo que éramos conscientes, algo que mencionamos con Clare Kilner, una de las directoras, nuestra directora, con quien trabajamos como la versión más joven de los personajes. Fue algo de lo que me di cuenta de inmediato cuando leí el guión, como mujer queer, pensé, hey, están un poco enamoradas. Pero creo que algo con lo que jugamos es la cercanía de chicas jóvenes como esa. Creo que cualquier mujer podría pensar en la mejor amiga que tuvo a los 14 años, y es una relación y una cercanía como ninguna otra en la que se cruza la línea entre lo platónico y lo romántico
¿Habrá algo más allá de lo que hemos visto? Por un lado, ojalá, pero por otro, la actriz contesta: Alicent realmente no tiene elección en nada, ya sea hombre, mujer, qué hombre, en absoluto. Y es que el trono de hierro es mucho trono. Veremos cómo se desarrollan los acontecimientos en La casa del dragón.
Vía: Popsugar