Como yo no soy la que viene al blog a contar sus miserias, seguramente sois muchas las que no sabéis hasta qué punto odio mi trabajo, que es mucho, pero creo que ya he comentado alguna vez que me aburro mucho y se me ocurren ciertas entradas mientras estoy ahí. Y esta ha sido una de las entradas que se me han ocurrido. Esta noche vengo a hablaros de una película que nadie debería perderse.
Jennifer’s Body
Jennifer (Megan Fox) y Needy (Amanda Seyfried) viven en un pueblo tranquilo de una zona rural de estados unidos en el cual nunca pasa nada y lo más emocionante que hay es un cutre concierto de un cutre grupo en un cutre bar, así que ambas van. El grupo, que está cansado de ser cutre, quiere empezar a vender discos como churros, pero como carecen de talento y padrino, deciden ofrecer una virgen en sacrificio a un demonio para que éste les conceda la fama. Y así es como Jennifer acaba asesinada por el grupo de música mientras ellos creen que ella es virgen. Pero no lo es. ¿Y qué pasa si ofreces a una no virgen en un sacrificio humano? Pues aparentemente que ésta vuelve convertida en un demonio que tiene la necesidad de asesinar. Lo malo es que Needy no ve con buenos ojos que su mejor amiga de pronto asesine gente y decide que, sea como sea, tiene que pararla.
¿Qué os ha parecido? Por si muchas os lo estáis preguntando ahora mismo; os juro que no es coña. Y si no me creéis, os dejo el trailer para que veáis que no miento. Ah, una nota añadida. Se supone que Amanda Seyfried hace de la amiga FEA de Megan Fox. Sí, fea, y esto tampoco es coña.
¿Y ahora qué me decís? Porque, ¿os habéis fijado en la forma en la que Needy mira a Jennifer? Sé que sí… A nadie le dejan indiferente esas miradas de amor. Porque son miradas de amor e idotralación máxima, que no es quepa duda alguna.
Pero seguramente muchas aún os estéis preguntando si realmente vale la pena el perder casi dos horas de vuestra vida con esta película por unas miradas. Mi respuesta es clara y contundente: Sí. De acuerdo que muchas ya sabéis de mi amor por el cine malo, pero es que esta película está por encima de ser buena o mala, por encima de los géneros, por encima de la clasificación por edades y por encima de ver algo bueno en la televisión un sábado por la noche, que todas sabemos que eso no existe. Además…
Y por si fuera poco, esta película tiene tanto subtexto lésbico que es como para echarla de comer aparte. No diré que es una película LGBT, porque no. O sea, si ni tan siquiera se puede decir que es una película de terror, ¿cómo voy a decir que es LGBT? ¿¡Estamos locas o qué!? Pero hay tema. De hecho le pedí a M como regalo una navidad un dibujo de Jennifer y Needy en pleno asunto por cómo estaba cuando terminé de ver la película: Shippeando a machete.
Así que os la traigo, junto a algunas escenas para que acabéis completamente convencidas de que tenéis que ver esta película sí o sí. Atentas, los gifs, obviamente, contienen spoilers, así que si alguna ya está convencida de querer ver la película sin haberlos visto, que no siga bajando (aunque estos de ahora no son muy spoilers), los gifs seguirán aquí cuando la vea y vuelva al blog para darme las gracias por haber hecho esta entrada.
Y ahora, la parte que de verdad no os quiero chafar si vais a verla. He aquí el motivo por el cual di saltitos en mi asiento cuando vi la película la primera vez #porelargumento y repetí y repetí y repetí de nuevo un poco más, de hecho, es posible que en cuanto acabe esta entrada, la vea de nuevo porque es sábado por la noche y no tengo nada mejor que hacer. Así de triste es mi vida. Atentas, los gifs interesantes vienen ahora.
¿Entiendes ya por qué tienes que verla? ¿Y por qué Jennifer diferencia entre ‘matar gente’ y ‘matar chicos’? Pues porque es más que obvio que entre Jennifer y Needy hay algo más que simple amistad, o si no de qué se le tira encima Needy de esa forma a Jennifer después de que ésta la bese… Buenas noches y disfrutad la película, ya sabéis #porelargumento.