Lo que apareció como una aventura sin pretensiones de presupuesto más bien modesto se ha convertido queriéndolo o no, en todo un referente televisivo para la comunidad lésbica. Y esto tiene dos razones principales: Porque involucra con mucha naturalidad la homosexualidad y bisexualidad de sus personajes en la historia, y porque el peso de la historia acaba recayendo totalmente sobre sus personajes femeninos, pasando los masculinos a un segundo plano (pese a existir desde el comienzo de la historia).
Si nos fijamos bien, en un mundo tan clasista como el Fae donde hay castas, poderosos y subordinados y una división clara entre la Luz y la Oscuridad, la sexualidad no es un tema tabú. El descubrimiento para el espectador de la sexualidad de los personajes no supone un antes y un después en la historia. porque pese a ser algo nuevo para el espectador, no lo es para los personajes de la serie. No hay salidas de armario. No hay subtexto que resolver. La sexualidad se vive en el mundo fae de una forma más natural y fluida. Ningún personaje muestra sorpresa al enterarse de que Lauren se siente atraida por Bo. A nadie le parece raro que Lauren sea lesbiana y que a quien esté intentado resucitar sea a su novia y no a su novio. Dyson entiende perfectamente que Bo esté enamorada de Lauren. No intenta imponerse, aún a sabiendas de que Bo es bisexual por su naturaleza de súcubo, porque Lauren la quiere también y sabe que es recíproco.
La sexualidad de los personajes femeninos es inherente a ellas, pero a la vez es una parte más, una parte no definitoria del personaje. No existe el papel de la lesbiana de la serie, no hay ese encasillamiento. La historia de amor entre Bo y Lauren es parte de la historia, aunque no la más importante, pese a ser uno de los argumentos de peso. Consiguen algo bastante complicado, algo que no todas las historias que introducen personajes homosexuales mujeres llegan a conseguir: que no aislemos al personaje por su condición sexual: Bo es una súcubo que trabaja de cazarrecompensas y Lauren una doctora que trabaja para los Fae de la Luz. En ningún momento se nos ocurre pensar en ellas como la bisexual y la lesbiana de la serie. Porque de hecho no es así, ya que hay más personajes bisexuales y homosexuales en ella además de nuestras protagonistas. Sin llegar a la irrealidad del universo planteado en The L word, en el que todas las mujeres eran lesbianas o podían llegar a serlo si alguna mujer las sabía seducir.
Pero no es sólo la tesitura en la que se desenvuelve la sexualidad de los personajes lo único que nos llama la atención de esta serie: Todo, absolutamente todo el peso dramático y argumental acaba recayendo sobre sus personajes femeninos. Los personajes masculinos son un complemento que aporta equilibrio, para no dar esa sensación de de irrealidad de la que hablábamos antes. La historia de Lost Girl se mueve dentro del género de la ciencia ficción, por lo que crear un mundo en el que además de haber monstruos de todo tipo, sólo hubiera mujeres, acabaría por chirriar, y desde mi punto de vista no funcionaría. Es cierto que el papel de heroína que salva el mundo ya lo hemos visto en otras ocasiones con Xena y Buffy. Pero es que en Lost Girl la resolución de prácticamente toda la línea argumental acaba en manos de mujeres.
Bo: es la protagonista de la historia. Un personaje de origen misterioso, con un poder que no puede controlar. Poder que le permite dominar a la gente a través de la atracción sexual, para poder alimentarse de esa energía generada por el éxtasis.
Kenzi: La parte fuerte anímicamente. Probablemente el personaje de Bo perdería todo el sentido sin ella: Sin Kenzi, la historia de Lost Girl no se podría escribir. Al final es quien guía a Bo, de quien más se fía y en quien más confía. Por lo tanto es parte indispensable del argumento.
Lauren: si echamos la vista atrás hay un cientos de ocasiones en los que la situación se resuelve a favor de Bo gracias a la intervención de Lauren. Se trata de un personaje crucial, más si tenemos en cuenta que acaba por ser el verdadero amor del súcubo.
Tamsin: Después de la Morrigan era complicado incorporar un personaje malvado, que tuviera peso y no se viera eclipsado por ella. Os imaginais que no hubiera sido una chica si no un chico. ¿No verdad? ¿Por qué? Porque el personaje de la Valkiria fue concebido para quedarse. Si hubiera sido un hombre y no una mujer, estaría en desventaja con Bo.
Aife: El pasado de Bo es definitorio en su carácter y en la conformación de su personalidad. Siendo Bo un personaje con tanta carga, qué menos que crear un personaje como Aife para hacer de su madre. Hasta me atrevería a decir que en los primeros encuentros (y me vais a perdonar las fans de Bo) incluso comiéndoselo con patatas.
Evony, La Morrigan: Y si el lado de la Luz andaba tan cargado de pesos pesados , suponemos que la elección de actriz y el encuadre del carácter de Evony supusieron un auténtico reto. Defendido y de forma soberbia por Emmanuelle Vaugier, este es probablemente junto con Kenzi uno de mis personajes preferidos. Aquí volvemos a ver el papel de mujer dominante/ hombre dominado: en Vex y su hijo Massimo. Pese a que Vex es un personaje muy fuerte y controla con su poder a la gente a su antojo, al pertenecer a la Oscuridad está por debajo de Evony por ser la Morrigan. Massimo por su parte está a la sombra de su madre, sintiéndose inferior por su condición de humano.
Si hacemos memoria, dos de los grandes antagonistas de Bo, Garuda y el Dr. Isaac Felt, son hombres. Y ambos acaban siendo derrotados por ela. Por eso Tamsin debía ser mujer. En Lost Girl no sólo ocurre que los personajes masculinos acaban por estar en un segundo plano, si no que paulatinamente se nos acaban presentando como el sexo débil. Cediéndoles en ocasiones ciertos momentos de protagonismo para rescatar a la chica en apuros y no perder del todo su, digamos, poder, lo que de ser así, sería probablemente un error garrafal. Pero consiguen mantener un equilibrio en este aspecto, más que aceptable, permitiendo que sean las chicas las que manejen el cotarro, sin que los chicos se presenten en ningún momento como irrelevantes. Son importantes en la historia, pero no tanto como ellas. Ayudan a nuestras chicas, no las rescatan. Pero esta ayuda se devuelve de forma recíproca para mantener el equilibrio del que os hablo y esa sensación de supremacía femenina que irradia la serie en su conjunto. Un ejemplo claro es el siguiente: Dyson ofrece su amor por Bo para salvarla. Pero ¿quién se lo devuelve? Exacto, Kenzi.
En mi caso he de decir que por haberme dejado casi sin respiración con el final de su cuarta temporada, por todo lo aquí expuesto y lo que me dejo probablemente en el tintero, Lost Girl se merece sin lugar a dudas un sitio de honor en mi corazoncito y en la estantería de mi habitación. Gracias ShowCase por esta joyita, este soplo de aire fresco en la programación. Una historia de mujeres para mujeres.