Ópera prima de la directora brasileña Vera Egito, Amores Urbanos es una comedia dramática que sigue la vida de tres amigos en sus 30’s que viven en el mismo edificio en Sao Pablo. Júlia, una chica “mimada”, Micaela, que es lesbiana y está en una relación secreta y Diego, que es gay y no tiene intención de mantener una relación seria, son jóvenes anti-héroes que superan desventuras amorosas y profesionales con humor y personalidad
La ausencia de familia de sangre es visible. Júlia tiene padres sobreprotectores, pero no logran comprenderla; a Diego lo echaron de su casa cuando descubrieron que era gay y los padres de Micaela están completamente fuera del plano, en ningún momento se hace mención de éstos, lo que nos hace entender que la relación no es exactamente buena. Por lo que, entre ellos, forman un nuevo esquema familiar, los amigos se transforman en familia y se aceptan como tal.
Júlia vive en el departamento de al lado que comparten Micaela y Diego. Cuándo la película comienza descubre una verdad de su pareja Marcelo que la desequilibra completamente y empieza un camino de reinvención, intentando liberarse de toda opresión.
Diego vive una vida llena de excesos y no le interesan los compromisos. En un inicio parece superficial, pero luego va develando su verdadera personalidad, una persona que oculta cicatrices del pasado que traspasan la pantalla
Pero vamos a lo que nos importa que es el personaje de Micaela, que es lesbiana y no lo oculta, en ningún momento intenta ser otra cosa. Está en una relación secreta hace ya más de un año con Duda, una chica bisexual (una bisexualidad implícita, que se refleja en subtexto de los diálogos) Mica al inicio intenta ser comprensiva, seguirla en ese complicado camino de aceptación, pero esto lleva a que ella misma comience a sentirse dejada de lado. Duda, nunca logra realmente ponerse en su lugar, y también resulta completamente entendible, no es la villana de la película, sino que es una persona que no logra aceptarse a sí misma, y ahí es dónde está el problema en la relación, están en diferentes lugares en la vida, Mica no puede esperar más y Duda necesita más tiempo.
Lo interesante de la película, es que vemos la perspectiva de Micaela por lo que, más allá de que en varios diálogos denota cuánto le costó aceptarse, ese camino lo transito hace varios años, no se oculta, no oculta que es lesbiana pero su identidad sexual, no es lo más importante y eso es lo atractivo, en ella quedan afuera los clichés y estereotipos del cine. Vera, la directora, podría haber optado por contar la historia desde el punto de vista de Duda, y se hubiese transformado en una película completamente distinta y muy parecida al resto, pero por suerte para nosotras optó por contarla desde la perspectiva de una persona que no tiene problemas en mostrar quién es.
Amores Urbanos es más que interesante. Un drama muy de nuestra época de Instagram y Twitter, en donde es muy fácil sentirse identificada con todos los personajes más allá de su sexualidad y género. La combinación entre las identidades sexuales de cada uno, y la aceptación, hacen a esta película una rareza dentro del género.