One million moms es esa asociación de personas pesadas a las que les molesta ver a la gente feliz. Ellas dicen que son un millón, pero los Cien mil hijos de San Luis tampoco eran cien mil (y es probable que, pese a ser un ejército del siglo XIX, tuvieran la mente más abierta que estas personas). El caso es que después de acosar a una niña pequeña porque su personaje en la ficción tenía dos madres, de quejarse porque una lesbiana en la ficción estaba embarazada, de indignarse con el anuncio más chulo de H&M que hemos visto en bastante tiempo, y otra serie de desastres similares, ahora han encontrado un nuevo objetivo: una publicidad de una marca de joyas.
En el video podemos ver a gente feliz, gente con sus familias, sus hijos, etc, y también una boda entre dos mujeres, algo que ya la sociedad tendría que empezar a ver como algo habitual. El anuncio, en mi opinión, es adecuado para todo tipo de públicos, pero One million moms recomienda comprar tus diamantes en otro sitio:
Zales Jewelers deberían estar avergonzados de intentar normalizar el pecado poniendo a dos mujeres casándose en su último anuncio. Muestra a dos mujeres en vestidos de novia intercambiando votos y anillos de boda. Zales ha cruzado la línea. Zales está glorificando un pecado, y ningún pecado debe estar en el candelero y ser honrado. Esto también va por la homosexualidad.
Suponemos que los ejecutivos de Zales deben estar temblando y echando cuentas, a ver cuanto les va a suponer el boicot de las ridículas estas, que por otra parte instan a no comprar en Target, una cadena estadounidense de grandes almacenes, por permitir que cada uno vaya al servicio en que se encuentre más cómodo, y a boicotear la serie Impastor, porque el protagonista es un sinvergüenza que se hace pasar por el nuevo pastor gay de una congregación. Qué maravilla es ser una persona feliz, ¿eh?.
Vía: Queerty