
De él dijo que «No se lo recomendaría leer a nadie. Es un libro presuntuoso y aburrido, que seguramente intenta abordar todas las etapas vitales de una mujer, en la adolescencia… pero que se queda en la vida de una niñata pija que no sabe lo que quiere. Odia a su madre como la gran mayoría de los adolescentes, se va a buscarse a sí misma a otra ciudad, se encuentra con una amiga que le presenta las drogas…» El video se puede ver en la web del programa.
Días después, la propia Lucía acudió al espacio, y por supuesto Mercedes le preguntó sobre la opinión de la anterior invitada sobre su libro. La escritora fue muy honesta al decir que sí, que la novela tiene fallos, porque la escribió cuando era muy joven, pero que hay un aspecto capital en ella, y es que se publicó en 1998, y nunca un libro de tanto alcance había tenido una protagonista bisexual.

Ahora, que algún libro más he leído en esta vida, es verdad que la historia ha perdido, que Beatriz es de esa clase de personas que parece que es mejor mantener lejos que admirar con la boca abierta, y que bueno, Lucía Extebarría ha escrito cosas mejores y con más ritmo.
Pero tiene mucha razón la autora cuando habla de la importancia que tuvo el libro en su momento. En 1998, y en años posteriores también, si un libro tenía una protagonista lesbiana o bisexual o estaba editado en La sonrisa vertical o Egales, o las referencias a su orientación sexual eran tan veladas que no se podía hablar de él como un libro LGBT. Los libros LGBT no estaban en las estanterías de las librerías generalistas porque no se vendían. Pero Beatriz y los cuerpos celestes no sólo no era una novela erótica, sino que encima ganó el premio Nadal, que junto al Primavera y el Planeta (que, por cierto, también ha ganado Etxebarría), conforman el trío de premios más prestigiosos de España.
El Nadal no sólo da prestigio, el Nadal hace que tu libro esté en todos los escaparates de las librerías. De repente, una novela con una protagonista bisexual, que habla abiertamente de cómo se siente sobre ello, que tiene relaciones con hombres y mujeres, que te mete del ambiente LGBT, y que no lo hace desde una óptica de pudor y vergüenza, sino de libertad y despreocupación, copaba los primeros puestos de ventas.
Veinte años después, es cierto que esta historia parece estar más que superada, y que la literatura LGBT ha crecido como género en sí mismo, pero nunca está de más echar la vista atrás y mirar con perspectiva todo lo que hemos ido dejando en el camino. Beatriz y los cuerpos celestes es importante en la historia de la literatura LGBT en español, marcó un hito, y gustos aparte, es injusto negarle el papel que tuvo. Fue la primera experiencia que muchas mujeres (y hombres) tuvieron con una historia así, y eso cambia vidas.

