Ya sabéis que estamos MUY emocionadas con el próximo estreno el mes de mayo de Disobedience, la adaptación al cine del libro de Naomi Alderman protagonizada por Rachel Weisz y Rachel McAdams. Nos da la sensación de que ha sido un trabajo muy cuidado, y que gracias al trabajo tanto de las actrices principales, garantía de éxito, ya que Weisz tiene un Oscar y McAdams ha estado nominada, como del director, el chileno Sebastian Lelio, cuya película Una mujer fantástica se alzó con la estatuilla a Mejor película de habla no inglesa en la última edición de los Premios de la Academia. Afterellen ha publicado hace un ratito una entrevista con las actrices, en la que hablan de muchos aspectos interesantes de la película y, por supuesto , de las escenas de sexo, algo que en este caso nos parece medio bien, ya que todos los críticos que vieron la cinta en el Festival de Toronto destacaron que al menos una de ellas (no sabemos cuantas hay, al menos una) es verdaderamente impactante.
Afterellen: ¿Por qué era esta la historia que querías contar?
Rachel Weisz: Creo que tiene dos papeles maravillosos para mujeres, y depsués un papel maravilloso también para un hombre. Tiene tres papeles espectaculares. Estaba interesada en historias de libertad, expresión de una misma, tabú, moralidad… Si tú sitúas algo en los años 50, o antes, o en la comunidad Amish (como esa película de los 80, Único testigo, con Kelly McGillis y Harrison Ford), es cuando las cosas se alejan de nosotros. O La forma del agua, donde se junta la década de los 50-60 y la fantasía, porque es algo que está lejos de nosotros. Nadie sabe de la comunidad Amish, o de la comunidad británica de judíos ortodoxos. Son un mundo cerrado, un universo cerrado. Creía que era una manera realmente interesante de hablar sobre libertad sexual, expresión personal: tú puedes ser quien quieras, amar a quien quieras. Creo que en este microcosmos, este mundo, se convierte en una historia universal.
Cabe recordar en este punto que Rachel Weisz, además de actriz, es productora de la película, por lo que su trabajo va más allá de interpretar a Ronit.
RW: Sé que cuando Naomi Alderman vio la película, estaba llena de gracia. Ella no quería involucrarse en la adaptación. Ella solo quería ver la película después de que estuviera terminada. Dijo que era todo lo que había esperado y más porque era una meditación sobre lo que había escrito, pero era una versión propia. No fue un documental del libro.
Supongo que el cine es un buen lugar para el deseo, ¿no? Deseo y anhelo, realmente se adaptan al cine (no es que no se adapte a las novelas también). Para nosotros siempre fue claro que se trataría sobre el deseo y el deseo reprimido y el deseo desatado. La escena de sexo, especialmente para Esti, fue simbólica, esta increíble liberación de su verdadero yo. Nos interesaba a Sebastián y a mi.
AE: Me preguntaba cómo el equipo y tú lograsteis ir más allá de las versiones obsoletas y pornografiadas del sexo lésbico a esto [NdT: la escena de sexo], que es realmente original entre las películas sobre lesbianas.
RW: Le doy el crédito a Sebastián. Obviamente lo pensó mucho. Él hizo un storyboard de la escena de sexo. Él nos mostró las imágenes; quería mostrarnos que no estaba realmente interesado en mostrar el vello púbico, las vaginas, las nalgas, las zonas erógenas. Era la cara: se trataba de lo que estaba sucediendo fuera del marco. Te deja imaginar dónde están las lenguas y los dedos y qué está sucediendo, porque ves el placer en la cara, en ambas caras. Lo sabíamos antes de rodar.
En definitiva, lo que sucede en las escenas de sexo, ya sean heterosexuales, entre dos hombres, dos mujeres, es que solo ves lo que sucede, te metes en la cama y te mueves … Nos dieron coordenadas, como notas de música si quiere llamarlo asís, como haría un músico: recibir notas. Pero nos correspondía a nosotras llenarlo de emoción o técnica o lo que sea que quieras llamar actuación. Así que fue pensado, y nos permitieron abandonarnos a los disparos que él organizó. La idea de, ya sabes, la humedad y el escupir en su boca, todas esas cosas, él no dijo ‘oh, ¿por qué no probamos esto?#8217; en ese momento, que es realmente inteligente, nos sentimos muy al cargo de la situación, y sabíamos lo que estaba sucediendo, y podíamos perdernos realmente en la emoción, el deseo y la pasión, pero realmente es la conexión emocional que ambas tienen.
La entrevistadora le pregunta sobre la expulsión de Ronit de la comunidad, y ella le aclara que es el padre de ella quien las encuentra en la cama, y que esa es la causa, sumada a su rebeldía, de la expulsión. También dice que Esti es el amor de su vida. Tras esta entrevista, es Rachel McAdams la que contesta a las preguntas de la publicación. Hacemos un extracto también de sus palabras.
AE: Le pregunté a Rachel Weisz sobre esto, y quiero oirtelo a ti. Estoy muy contenta con la escena de sexo por no tratarlas como objetos, y al mismo tiempo, no ser trivial o sólo romántica, es “lesbianismo avanzado”. ¿Cómo hiciste para asegurarte de que no era pornificada?
R M:Sebastian estaba muy interesado en ‘lo nuevo’. En plan, ¿Cómo ruedas una escena de sexo que no sea algo recurrente que hayas visto un millón de veces? ¿Cómo lo haces de manera específica para estas dos personas? ¿Cómo haces que con ella la historia avance en vez de que sea ‘ah, vale, pausa para el sexo’? Es un punto real del argumento, y no se podría haber avanzado sin ella. Tiene mucho significado y muchas capas.
McAdams también habla de cómo se empapó de la cultura judía, y del final, así que si no quieres hacerte un super espoiler, no entres a leerla. Afterellen publica también en exclusiva un clip nuevo de la película.