¿Sabes en qué diferencia hay entre inseminación y una fecundación in vitro? ¿En qué consiste el Método ROPA? Si os estáis planteando la maternidad biológica, es importante conocer todos los tratamientos que tenemos a nuestro alcance.
A grosso modo nuestras opciones como pareja de mujeres o mujer soltera serían:
Inseminación: es la técnica de reproducción asistida más sencilla y económica, la fecundación del óvulo se realiza directamente dentro de útero de la futura madre. El ginecólogo controla mediante una ecografía intravaginal la ovulación de la mujer que desa quedarse embarazada. Comprueba que el útero y la matriz se encuentran en buen estado y hace un seguimiento de la creación de óvulos. Cuando observa que un óvulo está lo suficientemente maduro, se induce la ovulación para que el ovario lo libere. Entonces se programa la inseminación, es decir, la introducción del semen de donante en el útero de la mujer.
Tradicionalmente se realiza la inseminació artificial, es decir, se estimula mediante hormonas la ovulación, para asegurarse tanto el número como el buen desarrollo de folículo (futuro óvulo).
En el Centro de Reproducción Asistida de la Clínica Sagrada Familia hace más de un año que proponen entre las técnicas de reproducción asistida a parejas de mujeres y mujeres solteras la Inseminación Natural como una alternativa más respetuosa y menos medicalizada, en la que no se proporciona una medicación durante la ovulación. De forma que se sigue el ciclo natural de nuestro cuerpo, sin tener que someterlo a una hormonación. Según el Dr. Herrero, director del CRA Clínica Sagrada Familia, “la inseminación natural es la alternativa más segura a las inseminaciones caseras e igual de económica”.
Las estadísticas hablan de un 25% de tasa de embarazo. Si tras 4 – 6 intentos no se ha conseguido el embarazo, se recomienda proceder a una fecundación in vitro.
Fecundación in vitro (FIV): este tratamiento es más complej e implica la participación del equipo de laboratorio, pues la fecundación del óvulo se realiza “in vitro” en una incubadora. Tras un tratamiento hormonal para estimular la ovulación, se procede a extraer los óvulos mediante una punción en quirófano y una pequeña sedación. Se realiza posteriormente fecundación del óvulo con semen de donante y los biólogos observan el desarrollo embrionario para poder elegir el mejor embrión a transferir posteriormente al útero de la futura madre.
Las mejores clínicas disponen del incubador time-lapse Geri Plus mediante el cual se hace un seguimiento del desarrollo embrionario si tener que extraer los embriones de la incubadora, y por tanto sin alterar su medio.
Método ROPA: Se le conoce como la doble maternidad biológica. Se trata de una fecundación in vitro, con la diferencia que una mujer de la pareja aporta el óvulo y una vez fecundado con semen de donante, se procede a depositarlo en el útero de la otra mujer de la pareja, que llevará a cabo el embarazo. Se trata de un tratamiento de reproducción asitida más complejo y por ello, económicamente más caro. Ambas deberéis seguir una pauta de medicación, una para la ovulación y la otra para preparar su endometrio para recibir el embrión.
Para poder realizar un Método ROPA, la ley exige que la pareja de mujeres esté casada, dado que se trata de una cesión de óvulos de una mujer a la otra. La tasa de éxito de embarzo está entorno al 75 y 85% según el centro y el incubador del que dispongan en el laboratorio.
Ovodonación
En algunos casos, sobretodo cuando la pareja de mujeres supera los 40 años o ambas tienen probleas de baja reserva ovárica, se plantea la posibilidad de la maternidad gracias a la donación de óvulos. En este caso, se trata de una FIV en la que se fecunda el óvulo de una donante anónima, con una fertilidad probada.
La recepción de óvulos tiene una tasa de embarazo del 90%.
La elección del donante de semen
La eterna pregunta: ¿puede un amigo mío aportar el semen y renunciar a ser el padre? ¿por qué ha de ser anónimo?
En España la ley de reproducción humana asistida establece que se ha de preservar el anonimato de los donantes de semen y de óvulos. Los bancos de semen están controlados por el Ministerio de Sanidad, y siguien unos estrictos protocolos de seguridad. Los donantes han de cumplir unos requisitos de fertilidad y también de ausencia de enfermedades genéticas.
La elección del donante la realiza el equipo médico en función de las características fenotípicas de la madre gestante y su pareja. Podéis pedir que el donante se parezca a la mujer que no aporte el óvulo, de manera que la similutud física será mayor. Este emparejamiento donante-paciente se denomina “matching”. Es importante que preguntéis si realizan el test genético de portadores a los donantes. Se recomienda que la que aporte el óvulo también se realice este test, así os aseguraréis el nacimiento de un bebé sano.
El donante de semen siempre será anónimo y no tendrá ningún derecho sobre vuestro hijo. En caso de utilizar semen de alguien conocido, éste siempre tendría la posibilidad de reclamar la paternidad y el juez se la otorgaría, pues según nuestra legislación se trata de un derecho del menor.
Acudir a un centro de reproducción asistida nos da todas las garantías sanitarias, pero también legales. Antes de iniciar el tratamiento, tendremos que firmar un documento de consentimiento, en el que aparecerá el nombre de las dos futuras madres. Este documento será la prueba que el bebé ha sido concebido mediante un donante anónimo – nadie jamás podrá reclamar la paternidad- y también nos servirá para inscribir al bebé en el Registro Civil a nombre de las dos madres. Es la prueba que ambas aceptamos la responsabilidad de traer una nueva vida a este maravilloso mundo.
Esta es una información muy básica, seguro que os has surgido un montón de preguntas. Abrimos la veda: deja un comentario y te responderemos.