El pasado 11 de junio, Naughty Dog presentaba en la convención de videojuegos E3 el primer gameplay de The Last Of Us 2 (cinco años después del estreno de su predecesor), dejando boquiabierta a la comunidad gamer.
En efecto: durante los primeros minutos del vídeo, Ellie (protagonista femenina de The Last Of Us) comparte un beso cálido con Dina, nuevo personaje en la historia. Este beso es una gran noticia para el mundo croquetil, ya que vernos representadas en un videojuego de semejante calibre habría sido impensable hace unos años.
El problema viene cuando, para un buen sector de la población, esto sigue siendo impensable. Mientras la comunidad LGTB celebra este importantísimo ejemplo de integración, otras voces discordantes lo critican valiéndose de diferentes argumentos (los cuales se pueden resumir en la sección de comentarios de este artículo).
Una de las reacciones ha sido la sorpresa (negativa) ante la orientación sexual de Ellie. Parece ser que estas personas tan impactadas no jugaron al DLC The Last Of Us: Left Behind, o lo que es peor: lo jugaron y no quisieron darse por enteradas (“Ha besado a otra mujer… ¿Cuál es el mensaje que estará intentando mandarnos? ¿QUÉ INTENTAS DECIRNOS CON ESTO, ELLIE?#8221;)
La segunda reacción se puede resumir en: “¿Por qué la muestran como lesbiana/bisexual si eso no tiene importancia en la trama?#8221;. ¡Excelente pregunta! Nosotras también llevamos años preguntándonos por qué muestran a la inmensa mayoría de personajes como heterosexuales si eso no tiene importancia en la trama. ¿Absurdo, verdad? Pues eso.
Tercer argumento: “Es que ya queréis estar representados en todas partes. Estáis forzándolo”. Pues sí, Jose Carlos. Queremos representación en todas partes, pero nadie está forzando nada porque, sorpresa, existimos en todas partes. No somos LGTB durante unas horas pero nos volvemos heterosexuales al coger el mando de la Play. Lamento si alguna persona LGTB algún día te hizo una broma con eso y te la creíste. Lo único forzado en la industria del videojuego (y con cero importancia e interés para la trama, por cierto) es esto:
Por no hablar de todo esto
Y por último, el Mejor Argumento de la Historia de los Argumentos (y el más repetido por los Hombres Gamers™): “Qué manía con sexualizarlo todo”. Frente a la fuerza aplastante de este razonamiento, sólo queda remitirnos al vídeo y al artículo anterior en bucle y reírnos ante la situación tan heavy que nos está tocando vivir.
A lo mejor si ves sexualización en un beso de diez segundos el problema lo tienes tú, Juan Antonio. O a lo mejor estás demasiado acostumbrado a engrosar el Top 1 de esta lista y crees que las mujeres más allá del porno se besan para que tú luego te des una breve alegría en tu casa.
Las conclusiones que se pueden sacar de todo esto están claras: lleváis encima un machismo rancio y casposo que apesta a kilómetros, sois unos homófobos recalcitrantes y solamente os interesan las muestras de cariño entre mujeres cuando son aptas para vuestro consumo pornográfico y misógino. El mismo doble rasero y la misma hipocresía de siempre.
(Enhorabuena a los creadores de la empresa Naughty Dog por el juegazo que se avecina)