No sé si visteis la competición de ayer de triple salto, pero fue una verdadera maravilla, una tarde de esas que crea aficionadas al deporte de por vida. Nuestro corazón, obviamente, iba con Ana Peleteiro, la representante española que finalmente quedó en tercera posición, haciéndonos vibrar. Pero es que no podía ser de otra manera, porque el primer lugar estaba reservado, casi desde antes de comenzar, para Yulimar Rojas, la mejor saltadora de la historia.
La venezolana no solo se llevó la medalla de oro: también pulverizó el anterior record mundial, y saltó 15,67 metros, dieciséis centímetros más, siendo una marca que llevaba imbatida 26 años. Ya ha avisado de que no piensa quedarse ahí, y que quiere llegar a los 16 metros. Por detrás de ella en esta competición quedaron la portuguesa Patricia Mamona y, como ya hemos comentado, la gallega Peleteiro, quien además es amiga y compañera de entrenos de la venezolana.
Pero Rojas, además, es una destacada activista por los derechos LGBT tanto en su país como fuera de él. Y lo hace con la naturalidad que supone el, simplemente, dedicarle unas palabras de amor a tu pareja en el muro de Facebook o Instagram, o siendo absolutamente sincera en las entrevistas.
Ojalá que en mi país haya un momento para respetar el amor entre las personas del mismo sexo. Me gustaría que mi trabajo fuese respetado por esas personas que no valoran eso