Estos días no dejan de salirme en Twitter y TikTok cortes bien protagonizados por Jojo Siwa, ex estrella musical infantil y proyecto de estrella adulta, bien comentando lo que está pasando con ella, a veces tratado, creo que injustamente, con risas y burlas. Si no sabes nada de lo que te estoy hablando, te pongo en antecedentes después de la foto.
Jojo Siwa es, como te digo, una artista estadounidense que saltó a la fama por salir en un programa de baile siendo una niña, con once años. A partir de ahí, ella siguió haciendo sus cosillas en internet y se fue (le fueron, supongo) construyendo una marca que consistía en dos cosas: estar todo el rato alegre, no en vano es una niña, y en llevar un lazo. Jojo y su bowbow (el lazo) llegaron a tener incluso una serie de dibujos. Mientras fue una niña, todo le fue rodado. Pero, claro, tras la adolescencia, a Jojo le pasó una cosa, y es que se enamoró de una amiga y salió del armario.
Era 2020 cuando la chiquita contaba que, efectivamente, era lesbiana y ella y su lazo estaban saliendo con Kylie Prew, con la que meses después rompería y comenzaría una nueva relación casi inmediatamente con otra chica. Vida personal aparte, ella seguía manteniendo su perfil público de estrella infantil. Pero, claro, es que ya ha cumplido los viente años, y supongo que algún brillante asesor le ha dicho que tiene que dar un giro a su carrera y dar una imagen más adulta. Y entonces ha decidido lanzar un single con su consiguiente videoclip para gritar al mundo que ya no es una niña. Y ha sido esto.
I was a bad girl, I did some bad things
I swear I did it all for fun and it meant nothing
It never happened, it was a secret
Like when a tree falls in the forest, no one hears it
Another late night, another crazy mood
And I didn’t think twice what it would do to you
I was a wild child, you always knew it
It was a matter of time before I blew it
Yo era una chica mala, hice algunas cosas malas.
Juro que lo hice todo por diversión y no significó nada.
Como cuando un árbol cae en el bosque y nadie lo oye
Otra noche, otro estado de ánimo loco
Y no pensé dos veces lo que te haría
Yo era un niño salvaje, siempre lo supiste
Era cuestión de tiempo antes de que lo arruinara.
Y, además y en consonancia con el homenaje (?) a Lexa (?) del video, la cantante apareció de esta guisa en los iHeart radio awards.
Con toda esta narrativa, evidentemente tenemos la ceja en la nuca de tanto alzarla. ¿Qué es lo que está pasando? ¿Por qué de repente parece una participante nórdica de Eurovision? La respuesta corta es que le están llevando la carrera de manera desastrosa. La respuesta larga es un poco más compleja e incluye, por supuesto, que no tenemos artistas infantiles que hayan salido del armario siéndolo y hayan continuado con su carrera adulta de manera natural.
Por mucho que la propia Siwa incurra en el adanismo de creer que va a inventar el género de gay pop, esto está más inventado que el hilo negro. Sin pensar demasiado, la semana pasada recibimos en España a Fletcher, que es una exponente del lesbian, LGBT, queer, como lo quieras llamar. Porque es lesbiana. Porque canta sobre mujeres. Porque su imagen es la de una mujer adulta que es cantante, que habla sobre los dramas que le pasan con sus novias o las chicas que le gustan, y sobre todo porque es natural y orgánica en su manera de presentarse al mundo. Lo que hay es lo que ves. Sus fans somos LGBT en su mayor parte, ella lo sabe, lo aprovecha, nos da lo que queremos y todas somos felices.
Pero Jojo es todo lo contrario a natural, nunca lo ha sido.Y realmente no pasa nada, qué va a pasar. Pero el salto a su etapa adulta es lo que cabría esperar de una artista heterosexual, amigas. De alguien que de una imagen para gustar a los hombres, y más específicamente a los hombres de los años dosmiles. Está en la misma senda estética que vimos de Britney o Christina Aguilera, pero intentando a la vez gustar a las mujeres lesbianas o bisexuales. Está pensando que lo que nos gusta es esto que está haciendo. No puede estar más equivocada, a tenor de los comentarios generales.
Me saltan todas las alarmas con ella porque, sin ser en absoluto fan ni seguidora, me da mucha pena ver a una persona tan cerca del acantilado por seguir malos consejos de personas que, evidentemente, no saben de lo que hablan. Jojo, cariño mío, antes de lanzarte al mundo vestida de walquiria de la tienda de disfraces de mi pueblo, sería bueno que te empaparas de la cultura LGBT, de aquellas que vinieron antes de ti, de cómo se presentan ante el mundo, de lo que nos gusta como colectivo. Déjate aconsejar por otras personas, preferiblemente artistas LGBT, y pásate una toallita desmaquillante.