Todas tenemos clara una cosa, y es que el placer sexual es algo importante para muchas personas, que debemos buscar y, sobre todo encontrar. Pero hay un factor esencial para obtenerlo del que se habla menos, a veces casi nada, y es la salud sexual. Es imposible tener una vida íntima satisfactoria si no existe una salud íntima óptima, y es por eso, que hoy vamos a hablar sobre esta infección vaginal y sobre el tratamiento para la vaginosis, uno de nuestros enemigos más frecuentes.
Según la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia, el 75% de las mujeres sufre en algún momento de su vida una infección vaginal. Pero ¿qué es la vaginosis? ¿Qué causas tiene? ¿Cómo podemos evitarlo? ¿Y qué hago si es la primera vez que tengo vaginosis?
¿Qué es la vaginosis bacteriana?
Por partes: la vaginosis es la alteración de los microorganismos naturalmente presentes en la vagina. Estos microorganismos tienen un equilibrio de manera orgánica que, por una razón o por otra, si se rompe produce un cambio en el pH, volviéndolo más ácido, que hace que estas bacterias ‘buenas’ desaparezcan, dejando el campo abonado para las que no son tan buenas.
¿Y cómo puede suceder esto? Hay muchos factores, que incluyen desde la normal menstruación, la toma de antibióticos sin probióticos (o incluso tomándolos), el lavado excesivo o con geles que no tengan un pH neutro respetuoso con las mucosas de nuestra vagina, la utilización de dispositivos intrauterinos (DIU) o incluso el semen, si tienes relaciones sexuales sin preservativo, sin olvidarnos de una mala higiene en el uso de juguetes sexuales o el compartirlos con tu pareja sin una correcta limpieza. Estos no son todos, pero sí son los más frecuentes.
Qué debes hacer para prevenir la vaginosis bacteriana
Aunque hay algunas veces que aparece y no hay más remedio que ir a tu médico y contarle lo que te pasa, sí es cierto que hay algunas prácticas que, si las desechamos, pueden actuar como prevención. La norma general es que no introduzcas nada en tu vagina que no esté limpio, como norma general. Lávate las manos si vas a tocarte, o dile a tu pareja que lo haga. Por favor, no utilices desodorantes en esta zona: además de que, en fin, una vagina sana huele como huele y sabe cómo sabe, el uso de estos productos puede provocarte una infección. También puedes utilizar detergentes suaves con tu ropa interior (las lejías son muy agresivas y se quedan impregnadas en la ropa), cámbiate el tampón o la compresa con frecuencia y, por favor, si vas a nadar, sécate bien. Los típicos consejos de madre, qué te voy a contar, pero que son esenciales para una correcta salud.
Si es la primera vez que te sientes rara, porque nunca has tenido una infección de este tipo, el mejor consejo que podemos darte es que acudas a tu médica o médico, que no te de vergüenza porque es algo que ven todos los días. Ella o él podrán darte el tratamiento adecuado para una rápida recuperación. Normalmente es una crema que se aplica con facilidad en la zona y hace que el escozor o picor, o cualquier de los síntomas asociados como un olor poco frecuente o un flujo anormal, desaparezca en cuestión de horas.