Una de las experiencias más excitantes que recuerdo en solitario tuvo a un huevo vibrador como protagonista. Estaba en un viaje de trabajo en el extranjero, y me había acompañado un juguetito que tenía entonces, un huevo vibrador de tamaño pequeño que funcionaba a pilas. Desde mi entrada en el hotel le había dado buen uso en largas sesiones de masturbación, y cuando llegó la hora de bajar a recepción para reunirme con un cliente, sentía que las sábanas me retenían en la cama. Todavía estaba recuperándome del último orgasmo, y el juguete seguía dentro. Y pensé: “¿qué pasaría si lo llevo puesto…?”.
Bajé a recepción igual que lo haría en otras circunstancias. Solo que, en mi interior, un huevo vibrador se hacía eco. Con cada paso que daba, el juguete se movía dentro y ya desde el ascensor sentí el morbo de llevarlo en público. Puse toda mi atención en la inminente reunión, que transcurrió con normalidad. Pero de vez en cuando mis músculos se contraían y mi mente se llenaba de interrogantes que me excitaban incluso más: ¿alguien podría oírlo? ¿se darían cuenta de que estaba tan excitada? Al acabar la reunión volví a mi habitación y me rendí a un orgasmo largo y muy intenso. Hace ya varios años, pero todavía recuerdo cómo me temblaban las piernas mientras mi respiración volvía a su ritmo habitual.
Esta historia hace que sienta cierta debilidad por los huevos vibradores. Porque excitarse en pareja es maravilloso, pero hacerlo en solitario a mí me resultó muy empoderador. Me permitió conocerme mejor, saber cuáles eran mis preferencias, mis tiempos… y estos aprendizajes fueron clave para disfrutar más también cuando estaba acompañada. Es por todo ello que, cuando vi a Vulse por primera vez, mi cuerpo se sintió casi casi como entonces: con la piel erizada y muchas ganas de volver a disfrutar de esas sensaciones.
Vulse es un huevo vibrador de Lovense, una marca que se encuentra entre mis favoritas por su calidad y tecnología. Sin embargo, este huevo no se limita a vibrar, sino que se impulsa en el interior de la vagina. Como podrás ver en las fotos, tiene una forma redondeada y, en medio, hay varios pliegues. Es esta zona de acordeón la que hace que el juguete se mueva hasta 1 centímetro adelante y atrás. De hecho, es capaz de emitir 120 impulsos por minuto.
Este huevo vibrador ha sido diseñado para estimular nuestro interior. En nuestra vagina hay numerosas terminaciones nerviosas, pero también la zona G, conocida por ser una de las zonas más placenteras para quienes tenemos vulva. Hay muchas maneras de estimular esta zona, y una de ellas es a toquecitos intermitentes. Vulse, con su mecanismo de impulsos, hace exactamente eso: se mueve dentro para ir golpeando con gentileza pero constancia esa zona G.
Gracias a su forma, Vulse es muy fácil de insertar, y tiene un tamaño medio. Siempre te recomiendo que te ayudes de lubricante de base agua para que se deslice de forma más sencilla y agradable, sin fricción. Además, es mejor si ha habido algo de estimulación o juego antes, pues introducirlo puede ser parte del momento y no solo la preparación. El cordón que queda fuera es del mismo material que el resto del juguete, silicona. En el extremo encontrarás un botón que permite encender y apagar pulsando 3 segundos y usar varios modos pulsando una vez: 3 intensidades y 4 patrones.
Sin embargo, cuando se trata de Lovense, las opciones son, siempre, muchas más. Podemos sincronizar Vulse con la app de Lovense (basta con mantener el juguete encendido y se conecta en 3 segundos) y descubriremos patrones ilimitados y funcionalidades adicionales sorprendentes. En cuanto a los patrones ilimitados, puedes cotillear los de la aplicación, probar los de otras personas y crear los tuyos, incluso personalizarlos y guardarlos. Y sobre las funcionalidades, son tan variadas como originales. Algunas de mis favoritas:
- Estimulación al ritmo de la música con la biblioteca de tu móvil o Spotify
- Sincronización con el juego para adultes 3DXChat (si te llama la atención, lee esto)
- Alarma para que te despierte con estimulación cuando tú elijas (y esta opción es maravillosa para el caso de huevos vibradores, donde sí podemos llevarlos mientras nos echamos la siesta)
Pero he descubierto una nueva que me ha fascinado: los vídeos interactivos. La app ofrece varios vídeos de YouTube con canciones y coreografías de grandes éxitos y, mientras los vemos, el juguete vibra al ritmo de los movimientos de les bailerines.
Por supuesto, desde la app también se puede controlar el juguete tanto en el mismo espacio como a distancia. Podemos enviarle un enlace a otra persona en cualquier parte del mundo y podrá controlar el juguete que llevamos puesto, incluso sin que se tenga que bajar la aplicación. ¿Es o no ideal para nosotras las sáficas, que tanto sabemos de las relaciones a (a veces larga) distancia?
Por tanto, podemos usar Vulse en solitario (controlándolo con el botón del juguete o la app) o en pareja (en el mismo espacio o a distancia). Sea como sea, nos encontramos ante un huevo vibrador con una función muy excitante y efectiva en contacto con la zona G, que además cuenta con bastante potencia en la vibración. Ideas de uso para Vulse:
- Mastúrbate con Vulse y utiliza tus dedos para estimular tu clítoris
- Mastúrbate con Vulse y con Gemini, las pinzas para pezones de la misma marca, una experiencia religiosa
- Llévate puesto a Vulse al Mercadona de 7 a 8
- Mastúrbate con tu pareja a larga distancia y aprovechad el chat para una buena sesión de sexting
- Lleva puesto tú o tu pareja el juguete en la calle mientras la otra lo controla
- Ponte Vulse mientras penetras a tu pareja con un arnés
- Usa Vulse en posturas de tribadismo
- Lleva Vulse en tu próxima visita a un spa
- …
Y estas son solo algunas opciones. Un detalle que me gusta de Vulse es que es tan potente que la vibración del juguete se propaga por el cable que va fuera de la vagina. Yo suelo colocarlo entre los labios de la vulva para que también los estimule, lo cual resulta muy efectivo. Es una vibración sutil pero profunda.
Más arriba te proponía llevarte a Vulse a un spa, y es que es, en efecto, sumergible. Puedes usarlo en la ducha o en la bañera sin ningún problema. De hecho, es uno de los escenarios más interesantes. Es maravilloso tener un juguete que podemos llevarnos, literalmente, a todas partes… y extender el placer también a otros lugares fuera de casa. Además, Vulse funciona con batería recargable y un cargador magnético. Requiere una hora de carga para una hora y pico de uso.
Algo que sí debo contarte sobre Vulse es que, debido a su mecanismo de impulsos, no estamos ante el juguete más silencioso. En casa no es un problema, pero si queremos llevarlo puesto a un sitio silencioso, tal vez no sea más discreto como nos gustaría. Por eso te recomiendo que elijas lugares con cierto ruido ambiente: una cafetería, el súper, un concierto… Y si buscas algo muy silencioso, tu opción puede ser Lush 3 (no lleva el mecanismo de empuje, pero es un huevo vibrador muy bueno).
En cuanto al packaging, Vulse viene en la caja blanca de Lovense. Incluye un breve manual de uso fácil de leer, una bolsita de satén para guardarlo o transportarlo y el cable para cargarlo.
El precio oficial de Vulse ronda los 200€, pero en la web de Lovense se puede comprar con un descuento con el que se vuelve mucho más accesible. Si lo tuyo es el juego fuera de casa y ves potencial en poder disfrutar de un vibrador estés donde estés, seguro que te vale la pena.
En definitiva: Vulse es un juguete dispuesto a dinamizar la masturbación y el sexo con sus excitantes impulsos. Los toques en la zona G resultan irresistibles y la posibilidad de poder llevarlo puesto donde sea es de las ideas más estimulantes que se me ocurren.
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