Hay una cosa que tenemos que agradecerle (bueno, varias, pero ya sabéis) a Sueños de Libertad, y es que ha despertado en nosotras curiosidad en algunos aspectos que jamás nos habríamos imaginado que podríamos tener. La última matraca que nos ha pasado por la cabeza es descubrir cómo se elabora un perfume de lujo, uno al estilo de Esencias de la Reina. Hasta que lo editen en la vida real de 2024, siempre podremos comprar el perfume Bleu de Chanel, ¿no?
El proceso de fabricación de un perfume es una combinación de arte y ciencia, todo utilizando una mezcla de ingredientes naturales y sintéticos para crear una fragancia que sea única. Se comienza con una idea mental de lo que queremos, y después continúa con la selección de las materias primas, que incluyen aceites esenciales, extractos de plantas, resinas, maderas y productos sintéticos. Entre los ingredientes naturales destacan en su uso los que tienes en mente: las flores, frutas, especias y maderas, que se extraen mediante técnicas como la destilación, la maceración o el enfleurage (oh, la, la). Hoy en día, los compuestos sintéticos también juegan un papel importante, aportando aromas que no se pueden obtener fácilmente de fuentes naturales.
El siguiente paso es la creación de la fórmula, un trabajo delicado llevado a cabo por el perfumista, también conocido como “nariz” o Joaking. Este experto combina las materias primas escogidas, siempre buscando lograr un equilibrio perfecto entre las diferentes capas del perfume: las notas de salida, las de corazón y las de fondo. Las primeras son las que se perciben inicialmente, mientras que las de corazón conforman el cuerpo del perfume y las de fondo son las que persisten más tiempo en la piel. Este proceso de creación puede llevar meses, e incluso años, para lograr la armonía deseada. Esto nos lo sabemos, que lo hemos estado padeciendo en la serie durante varias semanas, cuando Joaquín se empeñó en terminar la fragancia que su padre comenzó, y que ahora mismo nos está trayendo algún que otro quebradero de cabeza.
Una vez definida la fórmula, los ingredientes se mezclan en proporciones exactas y la mezcla se deja macerar durante un período de tiempo, que puede variar de días a meses. La maceración permite que las esencias se integren y se estabilicen. Posteriormente, la mezcla se diluye con alcohol y agua destilada, dependiendo de la concentración deseada, como en el caso de los eau de toilette o los parfum. Tras la dilución, el perfume se deja envejecer para que sus notas se combinen de forma óptima y el aroma final sea lo más perfecto posible.
El último paso en la fabricación del perfume, de la esencia, es el filtrado, utilizado para eliminar cualquier impureza, seguido del envasado en frascos elegantes (de esto Marta sabe un poco) y su posterior etiquetado. Este meticuloso proceso asegura que cada botella de perfume transmita emociones a través de su fragancia, convirtiéndola en una obra de arte olfativa. Y el resto, como nos enseñó Fina, ya depende de la piel de las personas. En algunas huele más cítrico… y en otras, más floral.