Imagina que el primer vibrador que crea una marca se reinventa para ser el primero en el mercado erótico que incorpora aromas afrodisíacos. Imagina que este vibrador fuera como fusionar una vela con tu olor favorito con el mejor vibrador que tienes en el cajón. Imagina que, además de oler de maravilla, estimulara el sentido del olfato e incrementara la velocidad del flujo sanguíneo hacia el clítoris. Imagina que su tacto es suave como el de la seda, pero su potencia te precipita al orgasmo en segundos. Ahora deja de imaginarlo, porque Lily 2 es una realidad creada por Lelo.
En efecto, se trata del primer vibrador con aroma. Está disponible en tres variedades que se corresponden por colores: lavanda, aroma de lavanda y miel de Manuka; Rosa, aroma de rosas y glicinias; ciruela, aroma de burdeos y chocolate. Yo he probado el lavanda con aroma de lavanda y miel de Manuka que, además de tener un color precioso, nos regala ese tacto mate tan suave.
Yo, que no podía imaginarme todo lo que os he dicho antes, me hice una idea equivocada de Lily 2 cuando hablé de ella en mi blog, porque pensaba que liberaba el aroma a través de alguna obertura, como si fuera un ambientador. Sin embargo, la fragancia está impregnada en la misma carcasa del juguete mediante varios procesos químicos complejos que podéis entender aquí. Entre ellos, una centrifugación con bolitas aromáticas. Esto explica por qué es la carcasa la que huele con la fragancia de nuestro vibrador. El olor es muy agradable aunque sutil, ¡recuerdo que no es un ambientador de Air Wick!
Es obvio que lo primero que hice cuando saqué a Lily 2 de su caja es olerlo, por raro que parezca. Ay, la caja. Tengo que hablaros de la caja. Como una buena joya se merece, Lily 2 viene en un precioso envoltorio que imita la piel de serpiente. Además, viene con una funda de satén para guardarlo y, como todos los productos Lelo, con su año de garantía y los diez años de garantía de calidad.
Una de las cosas que más me han gustado de Lily 2 es su tamaño, que comparado con Siri 2 de la que estoy profundamente enamorada, es más chiquitita, cómoda y manejable. Eso sí, tiene una interfaz de dos botones. Aun así, con ellos nos basta para movernos por los cinco modos de los que dispone. Asimismo, es recargable (¡lo cargas dos horas y te complace cuatro!) y sumergible, así que puedes bañarte con ella y disfrutar bajo el agua.
Otra cosa: es muy muy muy silenciosa, pero muy muy muy potente. Tanto que pude usarla en la ducha del spa y nadie se enteró de que llegaba al orgasmo volando. Menos mal que yo puedo ser tan silenciosa como Lily 2.
Lily 2 cumple con los cinco requisitos imprescindibles de un buen vibrador: tacto suave, silencioso, sumergible, tiene garantía y es recargable. Hace unos meses os hablé de mi historia de amor con Siri 2, y la verdad es que Lily 2 ha venido… y ha venido para quedarse. ¡Y yo no me niego a una relación poliamorosa con ambas!
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