
Mientras estaba estirando, una pesa rusa de 6 kilos de peso cayó sobre su mano, y su equipo médico poco pudo hacer.
Estaba echada bocabajo, con mis manos estiradas hacia delante. La pesa cayó y aterrizó sobre mi mano. Mi equipo médico estuvo fabuloso, enseguida empezamos con hielo, elevación y antiinflamatorios. El equipo siguió comprobándolo, pero nos dimos cuenta de que no estaba curando lo suficiente como para entrenar y estar en mi cita en Río. Fue una montaña rusa emocional
Decimos adiós, pues, a una de las deportistas LGBT que iban a participar en las competiciones este año. Una lástima.
Vía: Newnownext

