Es probable que me lo hayas leído antes: me encantan las primeras veces. Tienen algo de especial, quizá precisamente el hecho de que no haya precedentes las hace más memorables. Hoy te cuento una de esas, te hablaré de la primera vez que probé un juego interactivo para adultes y lo sincronicé con mi nuevo juguete, Dolce.
Empecemos por el principio, por Dolce. Es de Lovense, esa marca que me gusta por la calidad de sus juguetes y porque se pueden controlar a larga distancia a través de una app. Y tengo que decirte una cosa: Dolce me confundió. Me confundió porque tiene esta forma de pinza que me recordó a los juguetes para usar en pareja (o, mejor dicho, los que se colocan en la vagina y estimulan el clítoris mientras tiene lugar la penetración). Sin embargo, no se trata de eso, es un vibrador dual.
Con vibrador dual nos referimos a que estimula de forma simultánea la zona G y el clítoris. ¿Y por qué no creo que sea indicado para usar junto a la penetración? Pues porque el extremo que se introduce en la vagina es bastante grueso en comparación con los tipo pinza y puede que no sea precisamente cómodo añadir algo más.
Además, es un juguete articulado. Cuando lo saques del paquete verás que está bastante cerrado, pero puedes abrirlo más, sin llegar a colocarlo recto (se podría romper). Esto es ideal porque cada persona tiene una anatomía distinta, aunque nuestros genitales sean parecidos. De esta manera, la estimulación se adapta mucho más a nuestras necesidades.
Estas características adicionales están muy bien, pero lo que más valoro en un juguete erótico que pretende estimular de forma simultánea es que lo haga en ambas zonas correctamente. O sea, que la vibración sea potente también sobre el clítoris. En el caso de Dolce no hay queja alguna, puede llegar a ser muy potente: tiene 3 niveles de vibración para que la regules en función de tu sensibilidad. O de tus ganas de llegar al orgasmo…
También tiene 10 patrones que puedes controlar directamente desde el juguete con la interfaz de dos botones. El que está más cerca del puerto de carga (esos dos círculos plateados, donde luego se colocará el cargador) sirve para encender y apagar presionando tres segundos, y para subir la velocidad.
De todas formas, desde la app Lovense Remote puedes crear tus propios patrones, configurar una alarma para que Dolce te despierte por las mañanas, hacer que vibre con tu música favorita o que tu amante lo controle desde donde esté.
La experiencia con Dolce es igual de buena que con el resto de juguetes de Lovense que he probado. Materiales de calidad y tecnología punta al servicio del placer. Lo que diferencia a este de los demás es su forma y su capacidad para estimular dos lugares a la vez. Casi como lo haría un rabbit, pero con un diseño más discreto.
A mi modo de ver, este es un juguete perfecto para usar en solitario, pero también puede ser muy interesante en pareja, sobre todo si hay dos vulvas involucradas. Podría ser un buen complemento para posturas de tribadismo o donde haya contacto con otras zonas erógenas.
Es sumergible y recargable con su cargador magnético. Bastan unos 70 minutos de carga para alrededor de 2 horas de juego.
El packaging está cuidado y protegido. Encontrarás tu juguete en un estuche acolchado e incluye el manual de instrucciones, cargador y una bolsita de tela para que puedas guardarlo y transportarlo con facilidad.
Llegamos al salseo, ¿qué hay de ese juego para adultes? Verás, desde Lovense me propusieron probar 3DXChat porque se puede sincronizar con sus juguetes. No lo conocía de nada. Pero qué voy a conocer, si apenas he jugado al Candy Crush en el móvil.
Lo primero que necesitas para disfrutar del juego es crear una cuenta. Es de pago, funciona por suscripción, igual que Netflix. Luego, te bajas el programa, lo instalas y accedes con tus datos. Es fácil y apto para quienes nos peleamos a menudo con el ordenador, prometido.
Entonces llega lo bueno: puedes crear y diseñar tu personaje. Tienes un montón de ajustes: proporción de las distintas partes del cuerpo, colores (piel, ojos, maquillaje, pelo…), ropa, accesorios, tatuajes y todo lo que puedas imaginar. Aquí te presento a la mía:
Como apunte, los cuerpos podrían ser más diversos. Es posible ponerle a tu personaje las piernas anchas, por ejemplo, pero incluso el máximo de ancho en las piernas es prácticamente un cuerpo normativo. Por lo demás, me ha parecido que los diferentes ajustes permiten crear personajes diferentes y reales, aunque se trate de un juego.
Si te hablara de todo lo que he podido explorar el juego colapsaría HULEMS durante una semana, pero te resumo:
- Puedes colocar a tu personaje en distintos escenarios fenomenalmente construidos. Ya te digo, sé poco de gráficos en juegos, pero son muy realistas y espectaculares. Tienes barcos, playas, ciudades…
- También puedes crear tu propio escenario en tu mundo e invitar a otras personas.
- O bien entrar en los mundos de otras personas.
- En esos escenarios a los que vas, puedes interactuar con otres usuaries. Tienes acceso a sus perfiles, puedes hablar con elles por un chat grupal o privado. Y, si te animas, puedes proponerles un poco de acción para tener relaciones.
- Una vez te aceptan para tener relaciones (es consensuado en todo momento), hay un montón de posturas que puedes llevar a cabo.
- Si no te apetece interactuar con otras personas, pero quieres divertirte, puedes ir a tu propio mundo y tener relaciones con los avatares del juego, a los que no controla nadie. De nuevo, cientos de posturas para que des rienda suelta a tus fantasías.
- Otra opción es estimularte en solitario, con otras muchas posturas disponibles.
- Los sonidos son muy reales, desde los que ocurren en escenas sexuales hasta el sonido de los tacones contra la madera o la música de un bar.
En pocas palabras: este juego puede ser un complemento perfecto para el imaginario, para explorar nuevas prácticas o probar posturas virtualmente, dejarte llevar y, por supuesto, estimularte visual y auditivamente.
Como te contaba, el 3DXChat se puede sincronizar con Dolce. Se hace en el menú del juego, escaneando un QR que aparece en la pantalla del ordenador desde tu aplicación Lovense Remote. Luego, en función de cómo sea la interacción sexual el juguete vibra de una manera o de otra, adaptándose a la escena que tienes delante de ti.
En resumen, en mi opinión, el 3DXChat es un juego muy bien hecho, de calidad y que puede hacerte disfrutar un montón si te gusta la estimulación visual y/o auditiva. Y lo que es mejor: puedes hacer realidad tus fantasías. Si quieres, también interactuar con otras personas o decorar tu propio mundo, pero eso ya lo dejamos para otro capítulo. Por el momento, yo seguiré dándole la oportunidad al 3DXChat. Me inspira a la hora de escribir, a ver si algunas posturas son viables o me da ideas.
Pero también me parece una opción estupenda para parejas a distancia (podéis crear vuestros propios avatares y acortar los kilómetros con esas escenas de pasión), para dejar o reducir la pornografía no ética o, simplemente, para darte una alegría.
Si quieres hacerte con Dolce, pásate por AQUÍ.