Me pasa que el amor de mi vida está de viaje de negocios por dos semanas a otra ciudad.
Y me pasa que no puedo dormir, eso me pasa. Me hace falta un hermoso culo peso en la cama. Y tengo encima un guayabo**tipo de abandonada, despechada, esposa descartada… que termina por atacarme las ganas de comer, esas eternas sustitutivas de endorfinas.
Si pedir perdón con estilo a tu beldad, tu Diosa ofendida, no te resultó y te dejó sumida en un guayabo como el mío, vamos a hartarnos de antojitos y activar el bollodrama de manera indulgente, que el rollo saludable se lo dejamos a enero. (El lunes del año)
Ya sé que no hay nada más reconfortante y complaciente que un helado en medio de una depresión, pero aléjate de ese helado de chocolate. Ya me comí yo una pinta de dos litros completita por las dos y no me dejó muy bien parada. ¡No más clichés!
Por eso voy a enseñarles un truco buenísimo para hacer helados que no te dejen una semana, además de triste, enferma. Y lo mejor es que ni siquiera necesitas una máquina de helados.
Copa helada de banana con praliné y gotas de chocolate.
Ingredientes:
- 3 bananas
- gotas de chocolate
Para el praliné:
- 100 grs de azúcar
- agua (50 ccs)
- nueces de tu preferencia
Este es el helado más sencillo del mundo. Solo debes picar las bananas en trozos medianos, le echas unas gotitas de limón y la congelas. Cuando estén bien congeladas las pasas por el procesador, quedará una crema helada. Métela de nuevo en el congelador hasta que la vayas a servir. Antes de comer dale un par de golpes en el procesador de nuevo para suavizarla. Eso es todo, el mejor, más fácil helado del mundo. Lo mejor es que esta técnica sirve con mango, con duraznos… Frutas pulposas y cremosas.
Así te va a quedar la crema:
Praliné:
Agarra una placa de silicona y riega por toda su extensión las nueces enteras o groseramente picadas. Con el agua y el azúcar haces un caramelo dorado y lo viertes sobre las nueces. Deja que se enfríe bien y lo picas en pedazos pequeños.
Para servir, en una copa pon una bola de tu helado y cúbrela con el praliné y las gotas de chocolate.
La doctora indica comer grandes cantidades mientras stalkeas a la susodicha en tus redes sociales favoritas. ¡Let’s share the guayabo!
**Guayabo: Modismo venezolano. Dícese de la depresion post-cortadera-de-patas, post patá-por-ese-culo, post “anda-a-tomar-por-culo” que todas experimentamos de vez en cuando.
Nota: Esta receta es excelente para los niños también, croquemamacitas ( prometo dedicarles un post pronto).
Pendientes para el próximo post: Gastrosexología.
Bon apettittie!
Gio.