Hace unas semanas os hablaba de la casa Shunga de cosmética erótica. Os contaba cuánto me gustaba por el cariño que desprendía cada uno de sus productos y la dedicación para hacer que los clientes nos sintiéramos satisfechos. Hoy estoy muy contenta de poder traeros otro producto que estoy segura de que os va a encantar… Está dirigido a las más juguetonas, a las más creativas, a las más golosas. ¿Qué se os pasa por la cabeza? ¡Exacto, se trata de la pintura corporal de Shunga!
Hay varios sabores: fresa, vainilla y chocolate. Yo he probado el de chocolate y la verdad es que está riquísimo. Ojalá sirvieran pintura corporal de Shunga en alguna cafetería, pediría una taza sin pensarlo dos veces. No tiene nada que ver con las otras pinturas corporales del mercado que saben a productos químicos y son totalmente artificiales. La pintura corporal de Shunga tiene un sabor dulce que no empalaga y una textura perfecta para empezar el juego…
Las posibilidades que ofrece esta pintura son numerosísimas. Por ejemplo, puedes empezar desnudando a tu chica y vertiendo un poco de la pintura sobre su piel. Utiliza su espalda como lienzo, coge el pincel y traza las formas que se te ocurran mientras ella disfruta de la sensación del líquido frío. Escríbele algo bonito, jugad al tres en raya en su abdomen, haced una competición para ver quién hace el mejor retrato. Es cuestión de tener imaginación, chicas.
Cuando tengáis vuestro Picasso en el cuerpo de vuestra amante podéis subir un escalón más y hacer que la habitación se caldee un poquito… ¿Qué tal si laméis el chocolate y jugáis con la lengua por su piel? Si os cansáis del chocolate podéis retirarlo con una toallita húmeda sin que quede esa sensación pegajosa que a veces deja el chocolate.
La pintura corporal viene en un envase de cristal precioso de 100 ml. digno de tener en la vitrina de salón. Es una cantidad ideal y el precio no es demasiado alto, porque la pintura cunde. Y para facilitarnos el tema artístico, han incluido un pequeño pincel que nos ayudará a dibujar las formas que queremos. Además, el chocolate es afrodisíaco. ¡Lo tiene todo!
Vamos, que es la opción ideal para una tarde llena de magia y de erotismo. Un producto imprescindible, a buen precio y con unos resultados increíbles. Si lo habéis probado contadme aquí en un comentario cómo lo habéis usado, ¡me muero de ganas por saber hasta dónde ha llegado vuestra imaginación! Y si no, pulsad AQUÍ para comprarlo y ya me contaréis.