Vaya pareado chulo me ha quedado en el título (estoy hecha toda una poetisa), pero más chula fue la ceremonia de ayer de los premios Emmy. El año pasado nos llevamos un chasco bastante grande cuando no nos llevamos (cuando hablo así en plural mayestático hablo en nombre de las mujeres croqueta, aclaro) nada de lo que nos podríamos haber llevado, pero 2015 es, claramente, un gran año en muchos sentidos, y nos hemos resarcido ampliamente, y además de modos indirectos que nos han encantado. Los premios son otorgados por tres instituciones diferentes, la Academia de Artes y Ciencias de la Televisión, la Academia Nacional de Artes y Ciencias de la Televisión y la Academia Internacional de Artes y Ciencias de la Televisión, y cada una se encarga de un tramo diferente de la programación, y este año ha habido un clarísimo ganador: Juego de Tronos.
La ficción de HBO se ha llevado nada más y nada menos que doce estatuillas, entre ella la de mejor ficción de drama, siendo la primera vez que una serie fantástica se alza con el premio. No está mal. La que también hizo historia fue Viola Davis, la primera mujer negra que se lleva a su casa el premio a Mejor Actriz Dramática, por su trabajo en la alucinante How to get away with murder, creada por Shonda Rhimes. Veep siguió con su racha, y se llevó el galardón a Mejor serie de Comedia, mientras que su protagonista, Julie Louis-Dreyfus, ganó en Mejor actriz de Comedia. Yo no sé qué hace esta mujer con los premios, supongo que habrá tenido que hacer obras en casa para poder tenerlos todos juntos en una habitación.
En la parte croqueta de la gala, que es la que más nos interesa, tenemos que alegrarnos infinitamente por Uzo Aduba, Crazy Eyes en Orange is the new black, que batió a grandes competidoras como Lena Headey o Christina Hendricks en la categoría de Mejor secundaria de drama, y repitió premio, ya que el año pasado se llevó Mejor actriz invitada por el mismo papel.
Transparent, una de las mejores series de la década (y lo digo sin sonrojo alguno, y sabiendo que lleva solamente una temporada en emisión), se alzó con los premios a Mejor dirección en comedia, para Jill Solloway, y Mejor actor en comedia, Jeffrey Tambor. Que esta serie esté nominada en comedia es una cosa que me deja un poco perpleja, porque no le veo el tinte cómico, pero que se lleve dos de los premios más jugosos de la noche es un alegrón. Jill Solloway, creadora de la serie, pidió en su discurso de agradecimiento apoyo para transequality.com.
Por otra parte, no nos podemos olvidar de que, a veces, las galardonadas tienen mujer a la que agradecerle el premio. Este es el caso de Jane Anderson, ganadora de Mejor Guión de miniserie (traducción libre), que fue a la ceremonia acompañada de su esposa, Tess Ayers, a la que besó y dedicó el premio. Lo mismo que Lisa Cholodenko, Mejor dirección de miniserie también por Olive Kitteridge, y que dedicó el galardón a su mujer Wendy y sus hijos.
Probablemente si hubiéramos ganado premios en todos los papeles croqueta (Mención especial para Tatiana Maslany, que nos hubiera encantado que se lo llevara) la sensación de victoria no hubiera sido tan poderosa como con estos dos agradecimientos. Avanzamos en visibilidad a pasos agigantados, y eso es una noticia excepcional. Próxima parada: Los Globos de oro.