En los inicios de mi andadura en la juguetería erótica, We Vibe era la marca más conocida en productos para parejas. Recuerdo el éxito de sus primeros vibradores que, con forma de pinza, ayudaban a que quienes tenemos vulva disfrutásemos más del sexo durante la penetración y pudiéramos alcanzar el orgasmo con más facilidad. Además, su forma los hacía ideales también para parejas sáficas: como estaba pensado para la penetración, su reducido tamaño lo convertía en apto en posturas de tribadismo.
Al superéxito de aquel juguete le siguieron otros, como uno de mis favoritos: el Sync. Este artilugio, además de vibrar con una potencia exquisita, se conectaba desde una aplicación que se podía controlar desde cualquier parte del mundo. Fue el primer juguete que probé con esta funcionalidad, imagínate la innovación. Y no solo se podía usar durante el sexo o la masturbación, sino que descubrí que podía llevarlo puesto mientras hacía otras cosas. No puedo precisar cuántos relatos eróticos he escrito con él, pero han sido muchos.
Por eso cuando me invitaron, a principios de mayo, al evento Vision WOW, organizado por We Vibe y sus marcas hermanas, me hizo una ilusión tremenda. Pude asistir a la presentación de los nuevos productos, entre ellos del que te hablaré más adelante, pero lo que más me impresionó no fue conocer sus próximos lanzamientos. El aspecto que más disfruté fue escuchar cómo cada nuevo juguete había sido optimizado y mejorado a partir de estudios, opiniones y feedback de quienes habían probado modelos anteriores y modelos de la competencia. La mejora constante es algo que valoro muy positivamente de las marcas eróticas, y si se trabaja a partir de testimonios reales es mucho más fácil lanzar al mercado productos que funcionen.
Jive 2 es, por tanto, un juguete muy afinado que ofrece mejoras con respecto a su versión anterior, Jive. Se trata de un huevo vibrador pensado para disfrutar del sexo en la intimidad y también en público. ¿Y cómo es eso posible? Pues gracias a la tecnología: se puede manejar con un control remoto o con la aplicación We Vibe.
Tanto el modelo anterior como Jive 2 tienen dos elementos principales: la parte más grande, el huevo, que va dentro de la vagina; y la parte más pequeña, que va fuera y permite tanto que el huevo se extraiga con facilidad como que la conexión sea adecuada. El Jive anterior tenía una forma más redonda, mientras que la de Jive 2 es ligeramente más angulosa y me atrevería a decir que algo más ancha.
Hay que tener en cuenta que, cuando se trata de usar este juguete para salir y llevar la acción fuera, solemos introducirlo en la vagina antes de estar excitades, por lo que esto puede resultar más dificultoso porque todavía no hay tanta lubricación natural. En cualquier caso, es recomendable usar un lubricante de base agua para este proceso. Aunque me ha parecido un juguete algo ancho de insertar para ser un huevo, una vez dentro la sensación es cómoda.
Una de las implementaciones de Jive 2 es su estimulación dual. Es decir, que mientras el huevo estimula por dentro, el brazo exterior lo hace por fuera. Si bien la marca asegura que es apto para todos los cuerpos gracias a su codo flexible, con mi clítoris no ha habido suerte. El extremo externo me ha parecido demasiado largo para mi anatomía y, además, la vibración es bastante más sutil.
Esto es porque el motor del juguete se encuentra, justamente, en la parte interior, en el huevo. La estimulación en la vagina es muy potente y grave, con vibraciones intensas y profundas. Es, con toda seguridad, el huevo vibrador más intenso que he probado en este sentido.
Sin embargo, lo que llega al clítoris es tan solo un eco de esa potente vibración, que puede resultar agradable al estimular terminaciones nerviosas de los labios o incluso el clítoris, pero insuficiente para quienes necesitamos una mayor estimulación en el clítoris para alcanzar el orgasmo. Eso no significa que el juguete no cumpla objetivos: sigue siendo una opción muy interesante para llevar el juego fuera de casa, pero yo he necesitado un juguete externo adicional cuando ha llegado el momento del clímax.
Dejando esto a un lado, como decía, la potencia es uno de los puntos fuertes de Jive 2, que dispone de 10 modos de juego muy interesantes cuya intensidad se puede regular tanto con el mando de control remoto como con la aplicación, que viene configurado de fábrica y permite cambiar de modo y aumentar o disminuir la intensidad. Con el juguete solo dispondremos de un botón para cambiar de modo.
Así como eso de la versatilidad de cuerpos no me ha convencido, debo reconocer que Jive 2 brilla por su discreción. Una vez dentro, el sonido de la vibración del huevo es apenas perceptible, y eso es perfecto para llevarlo puesto durante una cena romántica, un paseo por el bosque o una salida rápida al súper.
Eso sí, el uso de la app, sobre todo para disfrutar fuera de casa, es imprescindible. A pesar de que recordaba la app de hace unos años no tan intuitiva, ha mejorado mucho durante este tiempo. La sincronización con el juguete ha sido muy fácil y no me ha llevado más de diez segundos.
Una vez emparejados, las opciones que ofrece la aplicación son muchas: la diversión está garantizada. Algunas funcionalidades interesantes que no había visto antes son:
- Vibración multi: puedes seleccionar 4 modos de vibración que te gusten para que aparezcan en el panel y cambiar rápido entre ellos.
- Modo touch: cualquier toque que se realice en la pantalla se reproducirá en el juguete, ideal para que tu amante te dé algunas caricias internas muy excitantes.
- Modo sleep: apagado automático del juguete de 15 minutos a 4 horas. Me ha parecido un puntazo para quienes nos masturbamos antes de dormir.
Por supuesto, Jive 2 es recargable. En la caja se incluye un cargador magnético que queda pegado al brazo más estrecho. Requiere una hora y media de carga para un par de horas de uso, una proporción muy buena. También es un juguete resistente al agua para trasladar el sexo a la ducha o a la bañera y el mando es a prueba de salpicaduras.
Jive 2 es un juguete estupendo para parejas por la posibilidad de llevarlo puesto donde quieras, y eso de poder controlarlo de forma remota es una fuente de inspiración inagotable. Además de disfrutar de momentos morbosos en público, también puede ser divertido dentro de casa: mientras hacemos las tareas del hogar, nos damos una ducha o, incluso, durante el sexo. A mi modo de ver, cederle el control a otra persona es de las formas de juego más excitantes y dota al sexo de una nueva dimensión. Requiere confianza y complicidad, pero el placer está asegurado.
También se le puede dar este uso en solitario: llevar puesto un juguete en un lugar público, aunque tengamos el control, puede resultar muy estimulante.
Jive 2 viene en una caja de cartón en la que el juguete va protegido. Incluye los manuales de uso, el cable para cargarlo y una bolsita de tela para guardarlo y transportarlo.
En cuanto al precio, este juguete está posicionado entre los de gama media-alta. Hay que tener en cuenta la calidad de los materiales, la tecnología que se esconde tras la aplicación We Vibe y la potencia del motor y sus vibraciones profundas.
En definitiva: Jive 2 es un huevo vibrador perfecto para jugar sobre todo en pareja dentro y fuera de casa. Si buscas vibraciones potentes, profundas y silenciosas que retumben en tu interior, este es tu juguete, con el que podrás disfrutar incansablemente con sus infinitas posibilidades.
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