No todos los días nos encontramos con películas de temática LGBT africanas, que nos enseñen la realidad del colectivo de un continente que por culpa de la desinformación a veces puede parecernos fantasma. While You Weren’t Looking es una cinta de Sudáfrica, el país del continente con una legislación más inclusiva para el colectivo pero, como descubriremos, no por ello un lugar exento de diferencias sociales.
La película gira entorno a tres tramas, una apuesta ambiciosa que se convierte en el talón de Aquiles del conjunto de la historia. Por un lado acompañamos a Dez (Sandi Schultz) y Terri (Camilla Lilly Waldman), un matrimonio interracial con veinte años de relación a sus espaldas, en un viaje tan mundano y real como descubrir que tu mujer está teniendo una aventura. Asanda (Patronella Tshuma), la hija del matrimonio que acaba de llegar a la mayoría de edad, explorará su propia sexualidad cuando conozca a la andrógina Shado (Thishiwe Ziqubu), una joven de un barrio de los suburbios de Ciudad del Cabo. Por último, la trama más residual de la historia, no porque no sea conmovedora o profunda, sino porque se aleja diametralmente de la familia que supone el centro neurálgico de la película. Mack, profesor de “teoría queer” de Asanda (una conexión bastante circunstancial), intentará contactar con Joe, un joven guerrillero del que se enamoró en los 80 y que ha rehecho su vida y ha formado una familia.
Es cierto que el conjunto de las tres tramas forma un retrato muy potente de la sociedad sudafricana post-Apartheid. Por un lado la relación de Dez y Terri personifica la inclusión del colectivo LGBT en Sudáfrica: son un matrimonio con éxito laboral y social, su problema no es la homofobia por parte de sus conciudadanos, sino los engaños a los que está expuesto cualquier otro matrimonio. La historia de Asanda y Shado, a pesar de tratarse de los personajes más jóvenes de la película, es la más cruda, ahondando en las diferencias entre los estratos sociales de Sudáfrica y del machismo en los barrios más pobres. La preocupación de las madres de Asanda no es, lógicamente, que que su hija salga con otra chica. El principal problema es que las dos jóvenes no son de la misma clase social, que una acomodada chica de Ciudad del Cabo no debería estar con alguien de los suburbios, en un recordatorio de que la homofobia no es la única herramienta para entorpecer o cuestionar una relación que no es políticamente correcta, y que el ser humano tiene una capacidad inabarcable para buscar justificaciones a mentalidades de otro siglo.
La historia de Mack y Joe también es cruda y conmovedora, y es la que mejor puede representar la homofobia aún patente en Sudáfrica, pero no puedo evitar que se me antoje no la trama más prescindible, sino quizá lo contraria: tiene la fuerza propia como para suponer una película en sí, y quizá de aquella forma las tres historias habrían ganado en profundidad y cohesión. El problema principal de While You Weren’t Looking es esa complejidad de entrelazar tres relatos con voz propia en apenas 76 minutos, y lleva inevitablemente a un final algo inconcluso y forzado, que te deja con las ganas de conocer más a todos los personajes. Sin embargo, la cinta de Catherine Stewart no pierde la fuerza de ser una película valiente y estremecedora en muchos sentidos, con muy buen tino a la hora de contar los contrastes de las diferentes culturas y personas de la sociedad sudafricana.