Los años pasan para todos. El diario de Bridget Jones acaba de cumplir los 15. Friends hace 12 años que terminó, y Rent hace 20 que se estrenó.
Rent fue el musical que lo cambió todo. Ganador de un Pulitzer, un Tony y una retahíla más de premios, es el undécimo musical de Broadway más longevo y el primero que introdujo el rock y se atrevió a tocar temas hasta entonces tabú. Con Rent, se consiguió lo que Larson, su creador, había siempre buscado, acercar el musical a la generación MTV.
Larson: No estoy interesado en usar mi talento estrictamente para hacer dinero. Mi meta principal es, con integridad y clase, satisfacer mis talentos artísticos.
Centrado en un grupo de artistas bohemios que (mal)viven en el East Village de Nueva York a principios de los 90, Rent, además de estar inspirado en las propias experiencias de Larson, es una adaptación muy libre de La Bohème de Puccin, la que, justamente, la noche del preestreno, cumplía 100 años de su estreno en Turín. Con esta obra Larson tenía en mente hacer el Hair de la generación de los 90, donde la tuberculosis se sustituiría por el SIDA y los hippies, por los sin techo, gays, drag queens y punks del East Village.
Dos son las cosas que hacen destacar en Rent: Su diversidad, un grupo del East Village que fuese íntegramente blanco y heterosexual no hubiese sido verosímil, y su música. La música rock pisaba finalmente un teatro de Broadway y atraía a un nuevo pública hasta entonces indiferente sobre qué se cocía y qué no, en esa avenida neoyorquina.
Larson: Escribo para la audiencia de 24 años. La gente que no suele asistir a musicales pero se gasta el dinero en Eric Bogosian o los Rolling Stones. Estudié música tradicional… pero crecí escuchando a Springsteen, Paul Simmon, y The who, y mi música refleja eso.
Fueron necesarios 7 años de trabajo antes de que la obra hubiese madurado lo suficiente para poder subirse a un escenario. 7 años de obstáculos, discusiones y muchas preocupaciones. 7 años de esfuerzo que fueron recompensados con un éxito inmediato del que Larson no pudo disfrutar porque horas antes del estreno, el 25 de enero de 1996, moría de una aneurisma de aorta. El cartel de agotado se colgaría cada noche hasta marzo, cuando daría el salto a Broadway, a un teatro con mayor capacidad. El 29 de abril se estrenaría en el Nederlander Theatre, donde se representaría 5123 veces durante 12 años y se ganaría el título de ser considerada como la ópera rock por excelencia de los 90.
Vía: The NY Times / Vulture / New Line Theatre