En ellas habla del punto más bajo de su vida, su detención el pasado abril por conducción bajo la influencia de las drogas. “Aquella noche fue lo mejor que me pudo haber pasado en mi vida. Si no hubiera sido humillada públicamente, tal vez no hubiera despertado”. Su mayor apoyo ha sido siempre Sarah Huffman, su esposa, con la que la relación ha ido deteriorándose cada vez más, hasta el punto de que están en medio de un proceso de divorcio, como contó Wambach en una entrevista a Robin Roberts.
Sarah fue una de mis salvadoras, porque fue una de las primeras personas que me puso delante de mis problemas
La relación con su familia no siempre ha sido todo lo buena que debería, y dedica buena parte del libro a hablar de ello.
Vengo de un entorno muy conservador. Sé que mi madre me quiere, sé que mi familia me quiere. Pero a veces sentir un amor realmente profundo es muy difícil. Ser gay y tener algunos de esos demonios que sentía que tenía que espantar, y algo del dolor que he tenido durante mi carrera, era parte de quien soy. ¿Estar dentro de mi propia piel y estar asustada y con dolor? Solamente quería sentir amor