Corría el año 1990 y un carpintera llamado Kreeger, de 32 años, fue encontrada muerta en Wilmington. Un camionero, Ronald Thomas confesó el crimen y fue condenado a cadena perpetua por asesinato y agresión sexual en primer grado motivado por la homosexualidad de la víctima.
Los que presenciaron los hechos, testificaron en juicio que Thomas le había ofrecido a Kreeger llevarla cerca de Hardee’s, un bar de lesbianas que ahora se conoce como The Dubliner, donde una discusión sobre homosexualidad fue lo que sirvió de desencadenante para el brutal crimen que terminó con la vida de Kreeger.
Estos hechos, han sido documentados en Park View, un documental que lleva diez años gestándose y que necesitaba un último empujón para poder salir a la luz. Ahora, por fin, y gracias a una campaña de crowdfunding, Tab Ballis, el productor y director, ha conseguido que llegue a buen puerto. Ballis ha seguido muy de cerca el caso, y ha sido muy crítico con la cobertura mediática que se le dio, se le restó importancia a la orientación sexual de Kreeger y, según sus palabras, se deshumanizó y se redujo a “un cuerpo en un descampado”.