Despertó pasiones y cólera a su paso por el Festival de Cannes el pasado mes de mayo, y se llevó calificativos como “depravada” y “obscena” por parte de The Washington Times o “pueril” y “ofensiva” del mastodonte New York Times. The Neon Demon, la última película del realizador Nicolas Winding Refn, no disgustó a la crítica de Afterellen Tosha Rachelle Taylor, y a la vez es distinguida con el dudoso honor de ser la película “más ofensiva del año” para The Telegrah. ¿Por qué? Porque para el diario británico “contiene la peor escena del año y bastantes candidatas a la segunda peor”.
En esta cinta de “suspense psicológico”, Jesse (Elle Fanning) es una aspirante a modelo que se muda a Los Ángeles, donde es reclutada por un magnate de la moda (Alessandro Nivola) como su musa. Al entrar en la industria se encuentra con que su vitalidad y juventud son devoradas por un grupo de mujeres obsesionadas con la belleza, las cuales van a utilizar cualquier medio para conseguir lo que ella tiene. The Neon Demon no solo fracasa estrepitosamente en su teórico intento de servir como crítica a la industria de, digamos, la belleza profesional, sino que retrata una escena de sexo lésbico necrófilo que se lleva la Palma, pero no la de Oro que ansiaría Refn, sino la de peor escena y más gratuita del año.
La involucrada en esa subtrama es Ruby (interpretada por Jane Malone), una maquilladora mortuoria que desde el principio se siente atraída por la joven Jesse. En la morgue, Ruby desfogará su deseo sexual tras ser rechazada por Jesse con un cadáver que físicamente recuerda a la aspirante a modelo, encarnando así los fondos más bajos del ser humano que guían la acción del filme, y sobrepasando los límites de la provocación presentando a una Ruby que es una amenaza casi carnívora para Jesse. Una joyita de película, vaya.
Vía: The Telegraph