En comparación con otros países, como es el caso de Estados Unidos, donde la literatura LGBT donde mejor funciona es en la sección de juvenil, en España los lanzamientos de este género salen a cuentagotas. Es por eso por lo que encontrarme con un libro como Desayuno en Júpiter me ha alegrado especialmente, por inusual y porque necesitamos muchos más libros como este.
En Desayuno en Júpiter son las propias protagonistas, Amoke y Ofelia quienes nos cuentan su historia, pasándose el relevo con cada capítulo para darnos su versión de los acontecimientos y dejándonos conocerlas un poco más. Amoke callada, tranquila, muy ordenada y apasionada de Darwin. Ofelia es habladora, enérgica, caótica y fan de la astronomía. Superficialmente no tienen en común más que su amor por Virginia Wonnacott, la aclamada novelista británica, y la indecisión de ambas sobre su futuro, pero ambas comenzarán a trabajar para Virginia y compartirán viajes en tranvía, pequeños momentos, historias y excursiones a lugares desconocidos que las acercarán irremediablemente la una a la otra.
Pienso que me gustaría besarla y en que la constelación de Orión está reflejada en su mejilla izquierda como un tatuaje blanco. Y pienso que, si yo huelo como una señorita de Avon, ella huele a sueño y a bosque y a medianoche y a mermelada de arándanos y al latte de caramelo del Caffé Milano.
Con un estilo muy cuidado, un magnífico control de los tiempos, procurando no desvelar nunca más de lo que se debe, y con un ligero toque de fantasía que Andrea Tomé consigue integrar de manera armoniosa en la historia y sin perder la sensación de realidad, Desayuno en Júpiter es una de las revelaciones de la temporada. Varias historias se irán desarrollando paralelamente y, llenas de personajes de los que os reto a no enamoraros, quedaréis atrapadas desde el minuto uno. Querréis conocerlos a fondo, querréis saber qué les pasó, pero todo se irá desvelando a su debido tiempo. Por un lado tenemos a Amoke, a quién acompañaremos mientras intenta perderle el miedo a vivir y a enamorarse. Por otro a Ofelia, a quién le daremos la mano mientras trata de averiguar qué es lo que quiere de su futuro y qué es eso que realmente siente por Amoke. Y, por último, a Virginia Wonnacott y la extraordinaria y fascinante historia que Ofelia, como su nueva biógrafa, tendrá que transcribir.
Una de las mejores novedades croqueta de este año ya es, sin duda, Desayuno en Júpiter. Entretenido, bien escrito y con sobresaliente en diversidad y representación lésbica. Para salir ahora mismo a la librería a comprárselo.