Hay una cosa verdaderamente curiosa sobre la cantante Pink (o P!nk, depende de donde consultes), y es la innumerable legión de seguidoras lesbianas y bisexuales que tiene. Hay muchísimas mujeres LGBT que sienten verdadera devoción por la cantante estadounidense, y ella, sabedora de su condición de icono, ha declarado muchas veces que está encantada con ello, e incluso se ha llamado a sí misma “lesbiana honoraria”.
Los fans LGBT han sido la parte más leal de lo que hago. Han sido mis amigos más leales, siendo honesta. He tenido muchísimos chicos gays alrededor, pero las lesbianas han sido mis raíces. Han sido honestas en un océano de mierdas. Debería haber sido lesbiana por cómo luzco y por cómo soy. Pero resulta que no. Aunque tendría perfecto y completo sentido.
Ahora, en un perfil que The Guardian le ha realizado a la cantante, Pink ha hablado de su vida personal, sobre todo de la relación con su marido Carey Hart, con quien lleva casada quince años, pero también ha comentado un aspecto de su identidad que, desde luego, va a contentar a sus fans.
Creo que gente como Miley Cyrus… siento que la gente está menos inclinada ahora a que la etiqueten, y es algo que realmente me gusta. De ahí es de donde vengo. Es como: déjalo en paz. Sólo quiero vivir mi vida. No necesito que me metas en una caja, o me descubras, o hagas conjeturas sobre quién soy. Porque todavía no lo sé. Y yo nunca digo nunca.
Dice que tanto en su vida como en sus letras, ella ha estado siempre abierta a hablar de todo. De lo único que ha decidido que no hablará es de “violencia entre chicas”. Cuando los periodistas le preguntan sobre las movidas entre estrellas del pop, ella no contesta.
Odio [las peleas]. Detesto lo fácil que se forman. Eso es lo único sobre lo que soy un poco más reflexiva