El Hotel Beverly Hilton de Los Ángeles se vistió anoche de gala para la 75 edición de los Globos de Oro, en una velada en la que el color que menos deslumbró fue, precisamente, el dorado. Los premios concedidos por la Asociación de la Prensa Extranjera de Hollywood cerraron ayer una edición calificada ya como la más feminista y reivindicativa de la historia de los galardones, en la que reinaron el negro del movimiento #MeToo y el distópico y aterrador -por su significado- rojo de El cuento de la criada.
La protesta contra los casos de acoso a las mujeres en la meca del cine, que han ido saliendo a la luz a raíz de la cada vez mayor lista de fechorías de Harvey Weinstein, tiñó de luto una alfombra roja que, con ese negro, pareció paradójicamente más viva que nunca acompañada con esas chapas que clamaban “Time’s Up”.
Ron Howard: “We are honored to present the award for best director”
Natalie Portman: “And here are the all-male nominees”
PAM
— Numeritos ⚡ (@08181) 8 de enero de 2018
Ese reivindicativo negro lo lució el elenco de Big Little Lies encabezado por Nicole Kidman, una de las producciones de mujeres empoderadas que arrasó anoche en la ceremonia. Kidman abría la 75 edición de los Globos de Oro haciéndose con el galardón a mejor actriz de miniserie por Big Little Lies, que también conseguía ser la mejor miniserie del año y dos galardones en interpretaciones secundarias para Laura Dern y Alexander Skarsgård.
Y otra producción sobre mujeres empoderadas, la exquisita adaptación a la pequeña pantalla de la novela distópica de Margaret Atwood, consiguió destronar a Juego de Tronos como mejor drama. El cuento de la criada (The Handmaid’s Tale) cumplió con la crónica de una victoria anunciada y se convirtió en la mejor serie dramática del año, aupando a su paso a Elisabeth Moss al Globo de Oro a mejor actriz en esa categoría.
En comedia también arrasó The Marvelous Mrs. Maisel con el premio a mejor serie de comedia o musical, género en el que su actriz protagonista, Rachel Brosnaham, también se hizo con la estatuilla.
Menos suerte tuvo en los premios la chilena Una mujer fantástica, un delicado retrato de los problemas a los que se enfrentan las personas trans que no consiguió ser la mejor película extranjera -el honor se lo llevó En la sombra, de Fatih Akin-.
Los Globos de Oro, que abren el camino hasta la cúspide de los Óscar, marcaron anoche un antes y un después en la lucha feminista en el mundo del cine, y dejan el listón alto para la gala de los premios de la Academia que se celebrará el 4 de marzo. Esperamos que entonces “Time’s Up” vuelva a ser el grito de guerra.