Corea, años 30. Durante la colonización japonesa del país, un estafador contrata a la también timadora Sook-hee como criada de una rica mujer japonesa, Lady Hideko, que vive recluida en una gran mansión, para intentar apoderarse de su riqueza. Pero la historia da un giro inesperado cuando la mujer se enamora de su nueva doncella.
La adaptación de la novela negra Fingersmith, de la escritora galesa asidua en esta casa Sarah Waters, ambientada en la época victoriana, traslada la acción de la Gran Bretaña victoriana a la Corea de la década de los años 30 bajo la colonización japonesa para presentarnos a sus Sook-hee (la debutante Kim Tae-ri) y Lady Hideko (interpretada por Kim Min-hee), y después de llevarse premios a cascoporro, desde ayer suma otro, y de los gordos: el BAFTA a Mejor película extranjera.
La película de Park Chan Wook se convierte así en la primera cinta coreana en hacerse con el galardón, y junto a Todo sobre mi madre, The girl with the dragon tattoo y La piel que habito, una de las premiadas con protagonistas LGBT.
Vía: Indiewire