Carmen y Lola, la película sobre la historia de amor de dos chicas gitanas, estaba nominada a ocho premios Goya, y quisieron los votantes de la Academia que se alzara con dos de ellos: Mejor actriz de reparto, para Carolina Yuste, y Mejor dirección novel para su directora, Arantxa Echevarría.
La directora recogió su cabezón dando un discurso plagado de referencias a la diversidad, y a la situación política actual, poco halagüeña para el colectivo LGBT. Si hay un momento para hacer visibles estas situaciones, desde luego es cuando tienes a casi cuatro millones de personas viéndote en la televisión. Brava, Arantxa.
La cinta culmina así una temporada fulgurante, en la que se lleva no sólo la aprobación casi unánime de la crítica y el público, sino un buen puñado de nominaciones a premios tan prestigiosos como la Palma de Cannes, los Premios Feroz, y también en el Palm Springs International Film Festival, donde se llevó el Cine Latino Award. Desde aquí, felicidades a todo el reparto y a su directora, por haber sabido conquistar con una película sin resortes, sin estridencias, y llena de naturalidad.
Pero los dos Goya de Carmen y Lola no fueron las únicas alegrías que nos llevamos las croquetas en la gala. Las fangirls de corazón vibramos al ver a Anna Castillo sentada junto a Lara Blanco, su novia. Porque, ¿a quién no le va a gustar esta pareja? Anna, por otra parte, se ha hecho viral por su gesto al conocer que su Goya tendría que esperar, al menos, un año más.
FAN de la reacción de Anna Castillo tras ganar Carolina Yuste el #Goya2019 pic.twitter.com/gqxhDsyrr5
— Alberto (@AlbertoCR_) February 2, 2019
Pero también saltamos de alegría cuando Susi Sánchez subió a recoger su premio a Mejor Actriz protagonista por La enfermedad del domingo y, como no puede ser de otra manera, se lo dedicaba a su mujer, Consuelo Trujillo.
Un momento similar nos daba Carlota Pereda, directora de Cerdita, obra que se hacía con el Goya a Mejor Cortometraje, quien se lo dedicó a “mi amor, Daniela”. Y las cámaras estuvieron poco hábiles al enfocar a Laura Pedro, ganadora del Goya a mejores efectos especiales, cuando supo que era suyo, mostrando sólo medio beso de quien es la primera mujer en hacerse con este premio en esta categoría. Una gala con bastante más ritmo que en años anteriores y que, en general, dejó a todo el mundo con buen sabor de boca.