Tengo la suerte de tener unas amigas, tan tontísimas como yo, con las que puedo hablar de todo, y a las que he visto hacer casi de todo. Por supuesto, hablamos también de la regla, de nuestras movidas menstruales, de si la copa, de las bragas lavables o de los absurdos anuncios de compresas. Y de los dolores, claro.
Yo no creo que tenga una regla excesivamente dolorosa. A veces, solamente es molesta. Otras, con un ibuprofeno puntual funciono de maravilla. Mis amigas, más o menos, también. Por eso, cuando empecé a salir y después a vivir con mi chica, me sorprendió tantísimo lo que le pasa a ella todos los meses.
Más o menos la cronología es esta: empezó teniendo unas reglas normales, pero mes a mes se le fue haciendo más y más cuesta arriba, hasta que a los 25 decidió ir al ginecólogo porque los calambres que sufría se le hacían insoportables, y el ibuprofeno no le hacía nada de nada. Además, sangraba profusamente, teniendo que utilizar varias cajas de tampones durante esta semana, y tenía unas nauseas horrorosas. Una vez incluso se desmayó por la calle, supone que por la anemia que le provocaba el sangrado menstrual.
A ver: normal, normal, no era. Aunque mucha gente le decía que sí. O, al menos, no le decía lo contrario.
Uno de los problemas con los que se encontró antes de ir al ginecólogo (que, por cierto, la trató fenomenal y acertó con el tratamiento hormonal a la primera) fue con la incomprensión. Sus amigas, que son muy diferentes a las mías en muchos aspectos, no hablan con naturalidad de estos asuntos. No creen que hablar de lo que le pasa a tu cuerpo esté ‘bien’. Esto, claro, dificulta mucho el hacer ese ‘clic’ que te hace ver que a lo mejor algo está fallando. Pero lo comentó en el trabajo y resulta que no era la única que lo pasaba fatal, que esas reglas TAN dolorosas no son normales, y eso fue lo que la impulsó a buscar información primero y una opinión médica después.
Entre un 6 y un 10% de las mujeres tienen endometriosis. Algunos de los puntos en común que tienen son el no haber dado a luz, el haber comenzado a menstruar antes de los 13-14 años, o el tener ciclos menstruales muy cortos. Normalmente el tratamiento se basa en anticonceptivos orales, que regulan la menstruación, pero en casos más severos quizá es incluso necesario intervenir quirúrgicamente.
En todo caso, a mi chica le dijeron que esta enfermedad presenta unos síntomas diferentes en cada mujer. Viviéndolo tan de cerca, mi consejo es que, si crees que los dolores menstruales que sufres te incapacitan para tu vida diaria, para tus tareas cotidianas, consulta a un especialista. Si quieres, échale un ojo a esta guía sobre la endometriosis, por si te fuera de utilidad.