Mafin no es solamente lo que vemos, sino lo que sucede en las mentes de personas increibemente talentosas y describen con palabras en un género tan personal y popular como lo es el fanfic. Hoy hemos hablado con Nerea Padilla, conocida como Justmafin, y autora de una de las historias que más nos han gustado con Fina y Marta como protagonistas, La constelación de tu mirada.
Para quien no te conozca, cuéntales algo sobre ti.
Me llamo Nerea, tengo 25 años y soy de Valencia. No me dedico a la escritura, aunque no descarto hacerlo algún día, pero me encanta todo lo que conlleva y lo considero una parte fundamental de mí misma. No concibo la vida sin prestar atención a los detalles, sin ver el lado bonito en lo cotidiano, sin fantasear en ese profundo romanticismo en el que lo baso todo, porque no puedo evitar sentirlo de esa manera. Llevo escribiendo desde que tenía 13 años, a pesar de que no fuese algo con lo que contaba, ni tampoco algo que me hubiese planteado nunca, sino un hecho bastante fortuito que no he abandonado desde entonces.
En cuánto a mí… Pues soy una persona bastante tranquila, amiga de sus amigos, clásica en cuanto a sus zonas de confort, amante del café y las películas de miedo. Si algo tengo claro es que si fuese un Sim, sin duda tendría el rasgo de romántica empedernida y autora de best sellers como aspiración. Podría resumirse así. ¿He dicho ya que me encantan los videojuegos?
¿Qué es lo que te inspira para escribir las escenas que creas?
Esta pregunta es graciosa porque creo que influyen varios factores en el proceso creativo y en la inspiración como tal. Especialmente a mí, que me cuesta bastante llegar al punto perfecto para yo sentir que las manos me van solas. O sea, la base principal son Marta y Fina, el hecho de que mi cabeza esté tan absolutamente enamorada del shippeo que en todo momento necesite estar recreando posibles escenarios sobre los que escribir, diálogos, detalles, sucesos, etc. Creo que soy demasiado visual en ese sentido y me gusta analizar muy bien los personajes de las dos para ser capaz de escribirlas todo lo mejor posible.
Sin embargo, como en todo lo que viene siendo arte, hay una parte bastante importante de mí, de mi manera de sentir, de las experiencias que he vivido o las relaciones que he tenido implícita en el texto. Entonces se junta la música (fundamental para escribir) con todas las cosas que van surgiéndome y que podían cuadrar perfectamente con ellas hasta que consigo crear el equilibrio perfecto entre verdad y ficción.
¿Por qué fanfics? ¿Que tienen, para ti, que no tienen otro tipo de formatos?
El género fanfic tiene algo bastante particular y es el hecho de poder profundizar mucho más en la relación de los personajes que más te gustan. No importa si hablamos de series, de libros, de películas… Es decir, puedes crear tu propia historia, tu contexto, tu trama y jugar con unos personajes ya establecidos a tu antojo. Es más sencillo que comenzar de cero una novela porque cuentas la ventaja de conocer bastante bien, en este caso por ejemplo a Marta y Fina, por lo que vemos día a día en la serie.
Llevo escribiendo fanfics desde que conocí Castle y después me uní a La Casa de Papel dónde escribí bastante más. La verdad es que me siento muy cómoda porque consigo hacerlos míos, con mis enfoques y la profundidad que yo quiera darles. Además, siempre cuentas con un público maravilloso con mucha hambre de distintas escenas, de momentos que no podemos ver en la realidad pero que nos encantaría vivir, y se crea un feedback precioso en el que te nutres de lo que los lectores destacan de tus historias.
Es un lugar bastante seguro y de confort en el que moverse, simplemente disfrutar escribiendo, crecer en la escritura, habituarse a un ritmo de trabajo y explorar todo lo que dos personajes te sacan desde dentro, siempre desde el respeto y las ganas de aportar nuevos contextos.
Entremos en harina: ¿Por qué Mafin es especial para ti?
Mafin es especial para mí porque llegó a mí sin yo conocer nada de ellas, a través de Twitter, y creo que fue amor a primera vista, no podría definirlo de otra manera. Primero me prendé de Marta de la Reina, de todo lo que ella como mujer representaba y después de la increíble química que tenía con Fina Valero, tan bien interpretada por Alba Brunet y Marta Belmonte, que son capaces de meterte dentro de sus miradas, de sus respiraciones y de lo que las dos crean con el simple hecho de encontrarse juntas en una misma escena.
Por aquel entonces la serie llevaba poquito, y yo creo que llegué al fandom en Abril, (acababa de suceder la primera noche en Illescas si no recuerdo mal) y todo este caldo de cultivo, de emoción por parte de tantas mujeres que se veían representadas en ellas, de la necesidad que hay de visibilización entre las relaciones sáficas y lo bien que estaba cuidada la historia, que yo me encontré presa en una nueva narrativa que no esperaba.
Sorprendentemente nunca había estado dentro de ninguna trama lésbica, ni tampoco había seguido ninguna de las otras historias conocidas como Luimelia, a pesar de ser yo lesbiana y pasarme la vida escribiendo sobre shippeos heterosexuales. Para mí ha sido una oportunidad perfecta para sacar adelante algo que había querido desde hacía mucho tiempo: escribir una historia romántica lésbica.
Mafin ha sido capaz de liberarme de muchas ataduras y cadenas que sentía increíblemente dentro a la hora de tantear este terreno en el que me sentía un poco expuesta. Aparte de esto, el hecho de que sea una novela ambientada en pleno 1958 te da la oportunidad de hablar por todas las mujeres que no pudieron correr la misma suerte que nosotras en la actualidad. De dar un final feliz en lo que, por aquel entonces, sólo se conocía como la absoluta tragedia.
Háblanos del fandom. ¿Cómo lo percibes?
A ver, esto es como todo, somos un grupo enorme de personas de distintos lugares, con distintos pensamientos, con distintos motivos por los que vemos la serie, con mil rarezas y particularidades. De modo que siempre va a haber discrepancia entre algunas o, todo lo contrario, muy buen feeling por parte de otras. He de decir, que es el primer fandom en el que estoy dónde más se nota la diferencia de edad entre cada una de las personas que lo componemos, y la verdad es que me parece precioso el hecho de que exista tanta integración para todo el mundo en un espacio que siempre se intenta que sea seguro. Pero, como he dicho, hay de todo en esta vida del Señor.
No obstante, tengo que reconocer que diariamente en mi timeline solo encuentro a personas chulísimas, con muchas ganas de disfrutar de la serie, de hacer muchas bromas y dar juego con cada una de las tramas. Al final todes buscamos un espacio en el que volcar toda la euforia que sentimos ante este fenómeno siendo comprendidas por otra gente que busca exactamente lo mismo. Tenemos artistas impresionantes en cualquiera de sus variantes, (ya no hablo sólo de fanfics) sino de vídeos, de ilustraciones e incluso merchandising, es toda una fantasía ver el potencial que nos rodea.
Además, me atrevería a decir que Mafin me ha dado personas que voy a llevar eternamente en el corazón, a amigas que espero conservar el resto de mi vida y a gente que me alegra los días sólo con su existencia. Creo que eso es lo más bonito que puede destacarse de un fandom: encontrar tu verdadero lugar, ese en el que eres feliz y con quién compartirlo.
¿Qué crees que es lo que más les gusta a tus seguidoras de tus historias?
Me atrevería a decir que el sentimiento, detalle y emoción que le pongo a cada palabra que escribo. Soy demasiado perfeccionista a la hora de narrar cualquier cosa, y busco en todo momento evocar imágenes y describirlo de manera que cada persona que lea sea capaz de imaginarse exactamente lo que está sucediendo en la escena. Es lo que más he visto que comentaban, además de lo mucho que me acerco a los personajes en cuánto a cómo dirían algo, cómo actuarían… Las sienten muy fieles a la serie, muy fieles a su esencia.
Creo que también exploro bastante la intimidad explícita entre ellas, y no hablo sólo de relaciones sexuales como tal, sino el simple erotismo que se profesa una pareja, las ganas, la revolución de hormonas, la sensualidad, la curiosidad incluso, exactamente lo mismo que sucede con parejas heterosexuales. La diferencia es que en las tramas lésbicas esto parece suponer un problema de cara a la audiencia y hay TANTO que visibilizar respecto a esta clase de intimidad entre mujeres y derribar tantos tabúes sobre su sexualidad, que ya tendremos tiempo de abarcar este tema como es debido.
Esta es personal: ¿Qué escena de las que has escrito o tienes en mente te gustaría ver en pantalla?
Esta la tengo bastante clara: la escena de Fina y Marta montando en el caballo (Orfeo) y paseando por el campo. Me parece tan preciosa, tan romántica y tan especial que se me pone el corazón blandito de pensarlo. Es algo que no pasaría pero yo tengo fe de que pase. Especialmente porque en la serie se mencionó hace poco que Andrés hizo equitación de pequeño, así que imploro que le den un caballo a Marta y que enseñe a montar a su mujer, por favor.
Y al revés, ¿cuál de las que hemos podido ver te hubiera gustado escribir a ti?
La reconciliación es algo que me hubiese gustado tocar, la verdad. Pienso que había bastantes formas de hacerlo, jugando con el hecho de que Fina ya se había enterado del pacto entre Jaime y Marta acerca de su matrimonio. No sé si lo hubiese hecho en el despacho, porque da lugar a una conversación demasiado rápida y con peligro de que entre alguien, pero creo que era un momento perfecto de mostrar la vulnerabilidad de las dos consiguiendo, por fin, una parte de la libertad que tanto ansiaban.
Creo que era un momento de muchas emociones encontradas, de una conversación más profunda, con más matices y que podría haberse dado perfectamente en otros lugares seguros dónde se pudiese abordar cada gesto, cada contacto y cada palabra que se dirigían desde dentro.
Cuando te enfrentas a una nueva historia o escena, ¿la piensas de principio a fin, o es algo que va surgiendo?
Intento pensarla de principio a fin, INTENTO. Pero, por ejemplo, la historia de La Constelación De Tu Mirada nace a raíz del título. O sea, yo tenía algo pensado pero todo lo basé en cuanto encontré cómo llamarla, y esto se explica en una escena que todavía no he escrito y que considero la más bonita e importante de todo el fanfic.
Soy muy caótica en ese sentido, encuentro orden en mi propio revuelo y vivo cómoda con ello, pero porque soy un hervidero de ideas, pensamientos y demás que luego voy clasificando según quiera hacer algo. En cada capítulo normalmente intento escribirme abajo la escaleta que quiero seguir. Sin embargo, muchas veces cuando te pones a la faena las cosas empiezan a surgir de otra manera, o coge otro rumbo.
Les escritores me entenderán cuando digo que, de repente, nos viene una escena perfecta pero que no sigue la línea y aún así la escribimos para poder después meterla dónde se pueda, y yo funciono un poco así en general.
Me gusta especialmente el cuidado que pones a la hora de recrear los personajes de la serie. ¿Es esto lo que encuentras más difícil a la hora de escribir?
Totalmente, o sea, diría que es lo que más frustrante me resulta la gran mayoría de veces. Como he dicho antes, soy demasiado perfeccionista para absolutamente todo, y dedico mucho tiempo a observar el comportamiento de los personajes, a sus reacciones faciales, a la manera en la que miran según qué circunstancias, a qué pensarían si se diese una situación x, o qué dirían (los diálogos me cuestan bastante más) Necesito reconocerlos desde el momento cero que escribo sobre ellos, y siempre estoy pidiendo opinión a mis amigas para que me guíen y saber si estoy siendo completamente fiel a su esencia.
De hecho, yo cuando escribo no lo hago de una tirada, sino que voy corrigiendo a medida que narro. Intento cuidar el más mínimo detalle, a pesar de que muchos sentimientos son cosecha propia, pero he tenido mucha suerte porque las dos son bastante profundas, aunque Marta le pone más palabras desde su faceta poeta.
Háblanos de tus autoras favoritas, tanto de fanfic como de literatura convencional.
En lo referente a literatura convencional, he leído mucho de Elisabet Benavent como género de romántica. Es una escritora que me fascina, tiene una sensibilidad especial a la hora de hablar de emociones, de sensaciones y construye muy bien los personajes, bajo mi punto de vista. También he leído a Dolores Redondo, Almudena Grandes, Mary Higgins Clark, Agatha Christie, Annie Ernaux, Elvira Sastre… Tengo pendientes muchas otras, muchísimas, pero la vida no me da para todo lo que me gustaría.
En cuanto al género de fanfic, tengo dos personas de las que hablar. En primer lugar, mi buena amiga Sara (@romaerestu) con la que he tenido la oportunidad de escribir codo con codo en otro fandom, y que además yo ya conocía de hacía muchos años y fue una referente para mí en esto de los fanfics. Admiro mucho la capacidad que tiene de entrar en cada escena, de lo fluida que es su narrativa, de que siempre me ha ayudado a crecer o ha compartido conmigo herramientas, consejos y mejoras. Voy a agradecer siempre el momento en el que se cruzaron nuestros caminos y que sigan haciéndolo a través del tiempo.
Por otra parte, de este fandom Mafin no he leído mucho pero sé que hay muchísimos fanfics, muchísima calidad, muchos puntos de vista, muchos contextos y muchas historias preciosas igual que sus autoras. No podría nombrar a todas sin dejarme a alguien, sin embargo, puedo hablar de quién sí he leído que es mi queridísima Clara (@sunflxwcrss) Está de más decir que su manera de escribir me tiene bastante cautivada, por la delicadeza con la que relata, la minuciosidad de cada detalle, las ganas de querer describir cosas que son imposibles de contar con palabras. Nos parecemos mucho en ese sentido, nos retroalimentamos genial y estamos la una para la otra siempre que necesitamos una visión externa.
Una joya de persona y de escritora.
Si quieres añadir algo, ahora es el momento.
Animar a todas las personas que a veces necesitan ese pequeño empujón para compartir algo de lo que escriben, a que lo hagan. Sacar esa parte artística que llevas dentro es de lo más liberador que puedes hacer, porque fuera hay un gran mundo de sentimientos que buscan ser identificados o correspondidos. Es muy satisfactorio regalar una parte de ti al resto y especialmente en esta disciplina que toca mucho los sentimientos o las emociones, sentir que gusta y que consigues que se disfrute con algo tuyo, que de alguna manera u otra contribuyas por mínimo que sea a alguien que no seas tú, te llena mucho.
Y, obviamente, agradecer de todo corazón a cada una de las personas que no sólo confiaron en mí al empezar a leer, sino en la historia. Por darle parte de su tiempo, que a día de hoy es lo más sagrado que podemos tener, por los comentarios, las interacciones, el apoyo, la comprensión… Sólo tengo palabras bonitas para describir ese amor que me transmiten. De verdad, aunque suene repetitiva, es un auténtico placer escribir para ustedes.