Érase una vez un grupito de dos chicas rusas que saltaron a la fama no porque sus canciones fuesen buenas, su puesta en escena una maravilla, y sus voces lo más angelical que había bajado a la tierra desde el mismísimo cielo. No. Se hicieron famosas porque, como supimos más tarde, fingían ser novias, y básicamente se enrollaban cada vez que había una cámara delante. Esas chicas de la estepa rusa, como la ensaladilla, eran las Tatu, Yulia y Lena. Idas y venidas, la penúltima vez que las vimos fue en la inaguración de Sochi, “los juegos de la vergüenza”, seguido por un video en que todo el botox del mundo nos dejaba medio entender que Yulia estaba amenazando a su compañera, para después sacar un video que en teoría era su comeback, pero que no pasó de publirreportaje de helados y ataúdes. Y ahí el público en general les perdió la pista.
http://www.youtube.com/watch?v=ropWyV1qrok
Como de algo tiene que comer la pobre Yulia, se le ocurrió que una buena idea sería aparecer en el equivalente ruso de El programa de tu vida, ese programa que en España presentó la minusvalorada Emma García. En determinado momento tuvo la gran idea de abrir la boca y dejar que estas palabras salieran de su boca operada:
Presentador: ¿Va a condenar a su hijo, si él es gay?
— Sí, lo condenaría, porque creo que un verdadero hombre debe ser un hombre de verdad. Dios creó al hombre para la procreación, es la naturaleza. El hombre para mí es el apoyo, la fuerza de … No voy a aceptar un hijo gay.
P: Pare, pare … usted me acaba de decir que no le importaría si su hija fuese lesbiana. Estaba hablando de la libertad …
— Esto sólo se aplica a una hija, no un hijo.
P: ¿Entonces usted cree que la libertad sólo puede ser para las mujeres?
— Creo que para los hombres es una mala libertad. Hoy en día, hay un gran número de chicas frívolas, y un hombre puede estar con muchas de estas niñas. Esta es la libertad para los hombres. Y un hombre no tiene derecho a ser un marica. Dos chicas juntas no es lo mismo que dos hombres juntos. Me parece que las lesbianas se ven estéticamente mucho mejor que dos hombres que van de la mano o se besan. Pero quiero decir que yo no estoy en contra de los gays, sólo quiero que mi hijo sea un hombre de verdad, no un marica. Tengo muchos amigos gays. Creo que ser gay es mejor que los asesinos, ladrones o drogadictos. Si decide ser así, mejor que sea gay. No culpo a nadie.
A mi todo esto me baja la tensión, de veras. Cualquier que lea los periódicos con cierta asiduidad sabe cómo está la situación para el colectivo LGBT en Rusia. La falta de libertades y los atentados contra gays, lesbianas y transexuales está a la orden del día, alentados y permitidos desde el gobierno. Pero aún así no deja de sorprender que personajes públicos, y sobre todo, ¡personajes que han hecho fama de pretender ser gays!, hagan ciertas declaraciones en la televisión, en programas de máxima audiencia, demostrando una ignorancia tal que me sorprende que puedan hacer funciones básicas, como caminar o respirar. Me he encontrado en esta vida piedras más listas que Yulia Volkova. Pero el problema es que estas declaraciones hacen un daño infinito, porque hay gente , tan ignorante como ella, que puede creer que lo que dice es válido, incluso verdad. Preocupante.