Mediados de los dosmiles. Una croqueta adolescente consigue, por fin, que sus padres pongan internet en casa, y comienza, a escondidas, a buscar información sobre películas lésbicas, esas de las que había oído hablar por pinceladas en la prensa, o pequeños comentarios en la radio. Esa croqueta era yo, pero sabes perfectamente que podrías ser tú. Ver las cintas descargadas del emule, con unos pixeles más grandes que mi cabeza y un sonido que a veces no se oía porque no tenías los codecs correctos instalados, era toda una experiencia. La ansiedad de esa barra al 98% que no bajaba nunca no se la deseo a nadie. Pero lo que sí echo de menos es esa inocencia de pensar que todo era bueno, porque no teníamos nada más. Aquí van algunas películas lésbicas que han marcado la adolescencia de muchas de nosotras.
Rosas Rojas
Una entonces desconocida Lena Headey protagonizaba esta cinta junto al icono de la década Piper Perabo, que tras pasar por El bar Coyote parecía que se iba a comer el mundo (y luego, no). El rumor empezó a surgir por los foros: hay una película con actores y actrices medio conocidos en la que las chicas se enamoran, y que termina bien. Todavía hoy, doce años después, sigue siendo de las pocas con final feliz.
Nina’s heavenly delights
En Reino Unido parecían propensos a que las cosas terminaran bien, y Nina’s heavenly delights era otra buena prueba de ello. Shelley Conn era Nina, una chica que tiene que volver a casa cuando su padre fallece, y a su vuelta se reencuentra con un viejo amor, interpretado por Laura Fraser. Estas dos actrices, para mi, estarán indisolublemente unidas a esta película, pese a que después las hemos visto en otras series de la BBC, y haciendo también de croquetas, como Lip Service en el caso de Laura, y Mistresses en el de Shelley.
Rent
Yo llegué a Rent por recomendación, pero 1. ni sabía bien lo que estaba viendo, ni 2. tenía la menor idea de que fuera un musical. Para mi era una versión moderna de La Boheme, y además tenía a dos chicas que eran abiertamente pareja. El paraíso. La vi tantas veces como pude, y todavía me hace gracia cuando Idina Menzel y Tracie Thombs dicen “we’re close”.
I can’t think straight
Predecible hasta el límite, si la hubiera tenido en VHS, hubiera hecho que la cinta se desgastara hasta romperla. I can’t think straight, una vez más, venía desde Reino Unido, y con un argumento de comedia romántica clásica: Tala va a casarse, pero conoce a Leyla, de la que se enamora. El duo protagonista, Lisa Ray y Sheetal Sheth, venía de rodar otra película lésbica, The world unseen, que creo que pasó más desapercibida.
High Art
Más complicada de encontrar que ninguna de las anteriores, y por eso más preciada cuando terminaba de descargarse vía el programa noventero que fuera. High art era oscura, era un drama, era de llorar, de pensar que qué idiotas sois las dos, y de volver a verla una y otra vez porque, eh, cuando eres adolescente piensas que eso es el amor. Espoiler: mentira, no es eso. La película de Lisa Cholodenko, plagada de nombres ahora conocidos, contaba la historia de Syd, quien conoce a su nueva vecina, Lucy, una fotógrafa de prestigio que vive en una espiral de drogas junto a su novia Greta. Por supuestísimo, se enamoran. No puede ser de otra manera.